La aprobación de una Ley de Agua Potable y Saneamiento (iniciativa presentada en el Senado en febrero de 2009 por el senador Silvano Aureoles) garantizaría la cantidad, calidad e intensidad en el servicio de agua potable requerido por los usuarios, señaló David Korenfeld, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México, AC (ANEAS).

Durante el seminario a propósito de la iniciativa, realizado en El Colegio de México, Korenfeld subrayó la necesidad de contar con mecanismos regulatorios que en otros países han demostrado ser fundamentales en el proceso de desarrollo y mejoramiento en la prestación de servicios.

Claudia Corichi, presidenta de la Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado de la República, señaló que es fundamental alcanzar un acuerdo nacional de voluntades políticas para legislar en la materia, pues hoy nadie se quiere aventar el costo político de exigir el pago de agua a los usuarios.

Roberto Olivares, director de ANEAS, afirmó que hay un atraso de inversión en el sector hidráulico de 800 mil millones de pesos. Imagínense que nos dan en los años 80 del siglo anterior un carrito modelo 40 sin gasolina, llantas ni volante, y quieren que lo manejemos a 200 kilómetros por hora, ironizó. Hoy sólo 4 por ciento de los operadores realiza su labor con eficiencia.

Los participantes coincidieron en la necesidad de contar con una política pública nacional en la materia, sin que signifique una violación a la autonomía municipal y estatal para prestar el servicio.

Debe haber un órgano regulador (que no puede ser el mismo que presta el servicio) que apruebe las tarifas de los organismos mediante un esquema que no viole los principios de autonomía; la alternativa es crear organismos reguladores pequeños con funciones muy claras, dijo Korenfeld.

Corichi urgió a tomar las medidas pertinentes, al señalar que 80 por ciento de las enfermedades se deben a falta de agua potable, según datos de la Organización Mundial de la Salud, mientras Naciones Unidas afirma que 1.5 millones de niños menores de cinco años fallece por la carencia del líquido potable y saneamiento. En México, 10 millones de personas no tienen acceso al servicio.