Para duplicar la cobertura en educación superior durante los próximos 10 años es necesario un incremento sólo para ese fin entre 6 mil y 7 mil millones de pesos anuales, aseguró el rector de la UNAM, José Narro Robles.

Subrayó que los gobiernos deben plantear un compromiso real para que en 2020 se alcance una cobertura de más de 50 por ciento en ese nivel educativo y así brindar oportunidades a miles de jóvenes que ahora carecen de ellas.

Haciendo una combinación de las estrategias con las que hoy se cuenta, tanto en educación presencial como en la no presencial, aprovechando debidamente la capacidad instalada y utilizando las nuevas tecnologías, en esta década se puede duplicar la cobertura (la actual es de 29 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales) y llegar a más de 50 por ciento. Para lograrlo, anualmente necesitamos un incremento de entre 6 mil y 7 mil millones de pesos exclusivamente dedicados a la ampliación de la cobertura, y no a la solución de otras necesidades; es decir, de 60 mil a 70 mil millones en estos 10 años.

Entrevistado tras participar en un acto sobre la juventud en la Facultad de Derecho, el rector sostuvo que la educación y la salud son los grandes igualadores sociales, por lo que es indispensable destinar mayores recursos a estos rubros. No es convocar a los demonios; éticamente es lo responsable, lo que nos conviene.

Para resolver los problemas que enfrenta la juventud, añadió, se necesita de planteamientos integrales basados en políticas públicas más horizontales y transversales. No es un asunto sólo de educación, salud, empleo, recreación y deporte, lo que se requiere es conectar estas áreas.

Agregó que la educación tiene que ser generadora de valores cívicos, sociales, colectivos; hacerlo en todos los niveles, más aún en el medio superior. Tenemos que involucrar a los jóvenes en las morales social, colectiva y laica; con la solidaridad, lealtad y honestidad; tenemos que construir, a partir de la educación, mecanismos que erradiquen los altos niveles de corrupción y egoísmo que tenemos en el país. Competir tan malsanamente no conduce a nada.

Aseveró que hay que apoyar, conducir, dar posibilidades, instrumentos y caminos a los jóvenes para que encuentren, generen y exploren, sobre todo porque se enfrentan a violencia, suicidios, desigualdad de género y falta de acceso a educación, trabajo, ingreso económico y vida digna.

“En ocasiones se piensa que por ignorar un problema podemos estar mejor. En mi campo (medicina), cuando no se hace el diagnóstico no hay terapéutica ni curación. Cuando hablamos del país tenemos que reconocer los problemas, no basta con decir que algunas cifras están equivocadas. Hace poco tuvimos un debate, de mi parte está concluido, donde parecía que el asunto era ver si en realidad el problema de los jóvenes que no estudian ni trabajan es en efecto la denominación o la explicación de que ‘es que son las mujeres que están en su casa’.

Las chicas de 17, 19, 21 años no deben estar en su casa, deben estar estudiando. Ahí algo nos pasó colectiva y socialmente y no es lo correcto. Los adultos jóvenes tienen derecho a tomar sus propias decisiones y hay que respetarlas. ¿Pero es correcto el embarazo en las adolescentes? ¿Nos parece correcto que las menores de 15 años por miles se embaracen en este país? ¿Pudo haber tomado esa decisión conscientemente la niña, la adolescente? ¿O algo en la familia y en la sociedad no funcionó debidamente? Creo que es eso.