Los disturbios que se suscitaron ayer tras el partido de futbol entre Cruz y Azul y América que se jugó en el Estadio Azul dejaron como saldo un policía atropellado, cuatro personas heridas y 17 fueron presentadas ante el juez cívico móvil.

La policía capitalina implementó un operativo durante el cual fueron arrestadas siete personas por reventa, a quienes se decomisaron siete boletos; otras cuatro fueron consignadas por ingerir bebidas alcohólicas, cuatro por manipulación de pirotecnia, una por arrojar objetos y una por consumo de droga.

Momentos antes de que comenzara el partido las porras de ambos equipos protagonizaron una trifulca con los granaderos que trataban de impedir que se encontraran los aficionados de cada equipo.

Al verse aislados, los integrantes de las porras lanzaron botellas y petardos por las calles aledañas al estadio, lo que ocasionó que tres aficionados sufrieran descalabros y golpes.

Una revendedora también sufrió lesiones luego de ser arrestada por elementos de la SSP-DF. De acuerdo con los propios policías, la mujer se negó a ser trasladada al juzgado cívico, por lo que se golpeó contra el camión policiaco. Fue trasladada al hospital de Xoco para su valoración.

Un policía que llevaba a cabo labores de vialidad fue atropellado por un automovilista que intentó darse a la fuga para evitar ser infraccionado al dar una vuelta prohibida en el cruce de Insurgentes y el Eje 6 Sur Ángel Urraza.

El uniformado Julio Rojas Aparicio fue empujado por el conductor de un Peugeot 307, placas 673-UUJ, quien dijo llamarse Ernesto Gómez Marín, de 32 años de edad. El automovilista sólo avanzó unos metros, pues chocó contra otro auto. El uniformado fue dado de alta anoche.