¡Que siga la fiesta!
Dos de octubre Patylú
Otros michoacanazos
FC: Otro, otro
convite
a victoria ama a quienes se esfuerzan. Por ello, algunos de los miembros de la cúpula del poder mexicano se regalaron el pasado dos de octubre una fiesta como para no olvidar en el piso 51 de la Torre Mayor de la ciudad de México, en un muy privado club donde el licenciado César Nava (estrella del libro Camisas azules, manos negras, el saqueo de Pemex desde Los Pinos, de Ana Lilia Pérez) y la cantante Patricia Sirvent, conocida como Patylú, contrajeron matrimonio civil. Fiesta, baile y pasarela política con Felipe Calderón y su esposa Margarita y con la baraja de héroes que han dado a la patria estabilidad, prosperidad y seguridad: los secretarios Blake y Lozano, por ejemplo; el senador Madero, que pretende ser nuevo presidente nacional del PAN y que en reciente fiesta familiar se disfrazó de su tío abuelo Francisco I., con banda presidencial al pecho; el procurador federal cuasi invisible, Arturo Chávez Chávez; el ex comisionado de Los Pinos en la paraestatal blanquiazul, Germán Martínez, y otros personajes de similar celebridad. Todos ellos, orgullosamente responsables del buen estado del país, de la paz y el desarrollo, danzando y celebrando al amparo del lema en latín de ese Club Piso 51: Amat victoria curam.
Ese mismo dos de octubre inolvidable, en Acapulco se estrenaba la criminalización regional exportable: una veintena de michoacanos eran secuestrados en el puerto guerrerense (y otros dos supuestamente habrían huido), sin mayor explicación que la muy genérica de que podrían ser víctimas de pugnas entre La Familia y el grupo del sobreviviente Beltrán Leyva. Luego se sabría que en Colima también habían levantado antes a otros michoacanos, como si de pronto el origen geográfico fuera motivo de agresión o lo michoacano estuviera sometido a un proceso de confusión y amedrentamiento. Michoacán adonde FC fue con motivo de la celebración del natalicio de José María Morelos y, disputando el micrófono y los reflectores de la ceremonia principal, que finalmente fueron asumidos por el gobernador Leonel Godoy, aprovechó una entrevista periodística para criticar con poco sentido federalista las circunstancias de esa entidad, demoliendo de palabra la institucionalidad policiaca y judicial que tan mal estaría, según el diagnóstico del panista nacido en ese estado, que requeriría corrección profunda, metido el hermano Calderón en la revancha electoral sabor cocoa contra el perredismo cardenista por el michoacanazo escandalosamente perdido.
A la misma hora en que en el Club Piso 51 los guerreros festejaban con denuedo, en la plaza principal de Guadalupe, Nuevo León, se confirmaban las palabras de la vidente Hillary que había hablado del sentido insurreccional de algunas acciones de los narcotraficantes mexicanos: el estallido de una granada lesionó a 12 personas e instaló en la percepción popular el hecho de que las agresiones ya no se darán solamente entre los involucrados
, sino que ahora se afectará intencionalmente a personas inocentes. El ataque en la plaza pública de Guadalupe, y otros dos similares, hicieron al avispadísimo procurador de justicia de Nuevo León, Alejandro Garza y Garza, abrir una línea de investigación respecto al hecho de que los narcotraficantes están tratando de contrapuntear a lo que es la autoridad con la ciudadanía
, haciendo creer a ésta que existe una violencia que en realidad no existe, haciéndole aparentar hechos falsos, para desestabilizar lo que en estos momentos que estamos viviendo de tranquilidad
.
Noches de fiesta del esforzado calderonismo mientras en varias entidades miles de ciudadanos duermen en albergues luego de haber perdido sus casas y propiedades, pero, como diría en http://bit.ly/bSfgUH el muy sensible secretario del trabajo, Javier Lozano, cuando le preguntaron a su arribo al Club Piso 51 si era adecuado participar en esos jolgorios de élite mientras los mexicanos sufrían por las inundaciones: no hay relación de una cosa con la otra, y si evitando bodas se pudieran evitar tragedias provocadas por fenómenos naturales, nadie se casaría. Madrugada de desvelos por la patria, frente a su cruda realidad, en la fiesta por la boda de César Nava y Patylú, mientras en Mazatlán, a las 5:15 del domingo, las instalaciones del diario El Debate recibían disparos de AR-15 y cuernos de chivo, en una cadena de agresiones al periodismo que ya ha alcanzado en aquella entidad a otro diario, Noroeste, y al semanario Riodoce.
Lo bueno es que la vocación por el guateque perdura. Como lo demuestra el que Felipe Calderón ya busca la manera de echarse otro
festejo al estilo del bicentenario. El pasado 28 de septiembre, al darle las gracias en el Auditorio Nacional a quienes ayudaron como voluntarios en el espectáculo del 15, les dijo: “Yo no sé si les gustaría echarse otro. No sé si se pueda, ya me estoy atemperando en lo que digo. Pero yo creo que el pueblo de México, así como ocurre al final de los conciertos en este Auditorio Nacional, el pueblo de México viéndolos a ustedes cuando acabó todo, siendo ustedes los artistas, el pueblo de México, me da la impresión de que se quedó diciendo: ‘otro, otro’. Así que, algo tendremos que hacer. Ya veremos”... Lo dicho: La victoria ama a quienes se esfuerzan. ¡Que siga la fiesta!
Astillas
Con ánimo de abreviar, los panistas se han allanado a la alianza con el PRD chuchista en el estado de México. Ya están listos para postular algún candidato ciudadano
o a alguien que aun cuando milite en cualquiera de los dos partidos garantice la suficiente indefinición como para permitir coincidencia. Lo malo para esos aspirantes a otro matrimonio político de conveniencia es que el factor López Obrador va ganando terreno en la exigencia de que no se realicen esas bodas y fiestas de falsedad evidente... Fidel Herrera busca sacarse la lotería por tercera ocasión, esta vez a causa de las inundaciones para cuya atención programa endeudar a Veracruz por 10 mil millones de pesos, en una canasta de fin de sexenio colmada de contratos, asignaciones, repartos y comisiones... ¡Hasta mañana!
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