ue las comparecencias de funcionarios ante el Legislativo no sirven para nada lo demuestra fehacientemente el hecho de que mientras Juan Molinar Horcasitas se encontraba reunido con los inquilinos de San Lázaro, y ante ellos se comprometía a no desacatar ninguna medida legal emitida por un juez en torno a la licitación 21, al mismo tiempo, el mismo día, prácticamente a la misma hora y sin informar públicamente sobre la decisión, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes daba el albazo y entregaba los títulos de concesión a Televisa-Nextel como grupo ganador de esa misma licitación 21 (de hecho, el único consorcio participante), un traje a la medida del canal de las estrellas.

Por la puerta de atrás, como acostumbra el calderonato, el autodenominado gobierno federal dio cumplimiento a su verdadero compromiso (que nada tiene que ver con el interés nacional) con uno de los poderes fácticos, y con el silencio y la velocidad que ameritaban el acuerdo cocinado por debajo de la mesa entregó los citados títulos, mientras se distraía a propios y extraños con la supuesta comparecencia de Molinar Horcasitas en la Cámara de Diputados.

Sólo 24 horas después de haber planchado y legalizado el nuevo negocio de la fábrica de sueños, en un nuevo sabadazo del gobierno calderonista (con el mismo estilo de aquel decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro, también en octubre, pero de 2009), Molinar Horcasitas y Gerardo Sánchez Henkel, el director jurídico de la SCT, se animaron a convocar a una conferencia de prensa para informar que, como no existe impedimento legal vigente se entregaron los títulos de concesión a favor de Televisa-Nextel, con lo cual culmina el proceso de la licitación 21. De nada sirvió la advertencia que un día antes (en plena comparecencia en San Lázaro) le hicieron algunos diputados en el sentido de que existía una nueva resolución judicial (emitida el jueves 30 de septiembre y mostrada durante el encuentro) que ordenaba la suspensión de la entrega de concesiones derivadas de la licitación 21, y los mismos legisladores le preguntaron: ¿va a acatar la resolución?... Aquí está en mis manos, así como la vez pasada le enseñé una, ahorita es una del día de ayer. ¿Va a acatar la resolución? Aquí está, la conoce.

Desde luego que no la acató. Por el contrario, Molinar junto con su director jurídico cínicamente presumió que, como no había sido notificado formalmente de tal resolución judicial, simplemente aprovechaba la ventana de oportunidad para entregar los referidos títulos de concesión. Y lo dijo frente al presidente y el vicepresidente de Nextel, Peter Foyo y Gustavo Cantú (Televisa como tal no estuvo representada), también participantes en la mencionada conferencia de prensa.

A todas luces, la urgencia de Molinar Horcasitas (obvio es que del inquilino de Los Pinos) era cumplirle a Televisa-Nextel, era demostrarle que respeta los acuerdos bajo la mesa. Una vez planchada la concesión (la que firmó el pasado viernes con la velocidad de la luz) que favorece a ese consorcio, lo demás no lleva prisa. Así lo explicó el director jurídico de la SCT (se respeta sintaxis original): “respecto a los títulos (de los demás participantes); son 26 títulos de concesión los que resultan de todo este proceso. Hay, a los otros concesionarios se les irán entregando en tiempo y forma (no corría prisa). Ayer (viernes primero de octubre) ciertamente ya no hubo posibilidad formal de concluir con la entrega del resto de los títulos, en razón de que, debo mencionarlo, los representantes de Nextel estuvieron siempre y en todo momento muy atentos a este proceso, precisamente, para aprovechar cualquier, precisamente el inicio, quedara allanado el camino de las suspensiones y medidas cautelares. Dicho de otra manera; estuvieron aquí desde la mañana, desde las 8:30 de la mañana… No existe impedimento legal para proceder a la entrega del resto de los títulos de concesión, ciertamente el lunes estaremos procediendo a la entrega de los títulos que correspondan a aquellos ganadores de la licitación que hayan satisfecho los requisitos correspondientes”.

Lo mejor del caso es que Molinar Horcasitas aseguró que la entrega de los títulos de concesión a Televisa-Nextel no se hizo de manera furtiva. Con este movimiento oscuro, con este nuevo albazo, flaco favor le hace a Televisa, a su presidente Emilio Azcárraga, cuando una licitación de por sí turbia y fuertemente impugnada se remata con un albazo, con una entrega de concesiones en lo oscurito, a toda prisa y sin notificar a los demás ganadores, a sabiendas que otra resolución judicial lo impedía. Los demás ganadores pueden esperar. Nunca la fábrica de sueños. Así, lo único que hizo Molinar Horcasitas fue añadir mierda al de por sí apestoso estercolero conocido como licitación 21.

Por cierto, este nefasto personaje no sólo acomoda las concesiones al gusto del cliente, sino que tiene el don de aumentar el tamaño de las cosas. En su comparecencia ante los diputados dijo lo siguiente: en la licitación 21 sí se ha generado más competencia una vez que se puede asignar ese espectro, cosa que se hará en el momento en el que no exista ya ninguna suspensión o impedimento legal. Una vez que termine quedarían distribuidos: Iusacell, Unefon, con 37 por ciento del espectro en esas bandas; Telcel y Telmex seguiría siendo el dominante, con 51.9; Telefónica crecería y tendría ya 39.1, y una entrante, que prácticamente no prestaba servicios de telefonía móvil como Nextel, contaría, junto con su socio Televisa, con 21.8 por ciento del espectro. Eso sí es más competencia. Claro, porque según sus números el reparto del pastel equivale no a 100, sino a 149.8 por ciento del espectro, y si se trata de justificar atracos, no duden que este personaje lo haría crecer al mil por ciento.

Molinar Horcasitas les fue a decir a los diputados que no desacataría “ninguna medida legal emitida por un juez… por el contrario, se presentarán ante los tribunales todos los argumentos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para hacerlos valer en los tribunales, y la actuación que ha seguido la secretaría en ese terreno lo ratifica. Lo que se ha hecho es acudir ante los tribunales, exponer nuestras razones y defender el interés público ante cada uno de los jueces”. No. Lo que ha hecho es dar un descarado albazo.

Las rebanadas del pastel

Los inquilinos de San Lázaro deben estar felices. El secretario Juan Molinar Horcasitas no sólo les fue a decir sandeces y a evadir las preguntas, sino a mentirles descaradamente con una enorme sonrisa y una fingida indignación por las calumnias recibidas. Si no tenían elementos para enjuiciarlo, como en San Lázaro se ha propuesto, ya tienen de dónde agarrarse.

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