A la par de las bondades que ofrece Internet, en ese espacio se gestó también un mercado subterráneo de venta clandestina e ilegal de bienes y servicios, valuado en miles de millones de euros.

En la web, especialmente en las redes sociales, una de las prácticas más recurrente es el robo o usurpación de identidad, información que posteriormente puede ser usada para perpetrar fraudes u otros delitos, advirtió Julio Téllez Valdés, especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

La ausencia de una cultura de uso responsable del Internet y en especial de las redes sociales conlleva riesgos, principalmente para los jóvenes. La venta de datos personales –destacó– es un negocio fructífero para el mercado negro y las aplicaciones de Facebook y Twitter, entre otras, son ventanas que los usuarios abren a los hackers sin percatarse de ello.

Durante las descargas de aplicaciones, estas redes no tienen integrados filtros de seguridad que alerten de la confiabilidad del servidor, explicó Fernando Gutiérrez, director del departamento de Comunicación del Tecnológico de Monterrey, campus México.

Aunque esa redes únicamente piden a sus usuarios cuenta de correo electrónico, nombre o seudónimo y alguna otra información como nivel de edad, los suscriptores llegan a incluir dirección física y números telefónicos, entre otros datos muy personales, sin saber quién del otro lado de la red accede a esa información ni con qué fines, refirió.

Señaló que para los grupos delictivos uno de los robos más sencillos es el de información personal, que puede ser integrada en bases de datos para su posterior venta con fines de mercadeo o la probable comisión de actividades ilícitas.

En Internet no hay que buscar mucho para detectar espacios donde comercializan bases de datos, como licencias, padrón electoral o directorios de empresas y centros educativos. Además de artículos o especies animales protegidas por la ley.

En el sitio Viralheat, por el pago de unos 100 dólares se ofrece una aplicación mercadológica para realizar análisis de contenido en redes sociales.

“Puedes meter la palabra de un producto, el nombre de una persona o marca, y el software te permite determinar qué personas en el Twitter o Facebook hablan positiva o negativamente de ella. Este proceso de ‘escarbar datos’ –conocido entre la comunidad de internautas como minería de datos– es una práctica muy común que muchos desconocen.

La aplicación tiene un propósito noble, el análisis del mercado. Pero es un ejemplo para explicar cómo se puede emplear para extraer información, señaló.

Octavio Islas, director de Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Digital Estratégica del Tec de Monterrey, campus México, agrega que uno de los mayores espacios de riesgo en internet es la darknet, zonas oscuras de la red donde encuentras desde tráfico de productos culturales hasta (servicios) de prácticas sexuales que resultan objetables en todo tipo de sociedad.

Para evitarlos tendría que haber principios básicos de navegación segura en la red.