El fenómeno inhibe la recuperación, estima en su análisis semanal
Lunes 4 de octubre de 2010, p. 18
En el presupuesto del próximo año es importante estimular otros factores, como el educativo, que indirectamente puede ser un elemento que contribuya a reducir el abultado problema de la inseguridad
, manifestó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) al señalar que es claro que se privilegia el gasto en seguridad.
En su análisis económico semanal, el CEESP volvió a insistir en que la inseguridad incide significativamente en las actividades económicas, y que para combatirla se destinan recursos públicos y privados que bien podrían enfocarse a las tareas productivas.
Si bien el estudio indica que es complejo calcular a cuánto asciende el costo de la inseguridad y hay divergencias –el gobierno federal consideran que asciende a 1.2 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientras la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) menciona que puede llegar a 7 por ciento del PIB–, el CEESP aseguró que si se considera el monto más bajo, la inseguridad equivale a casi 170 mil millones de pesos
del PIB calculado en el programa económico para 2011.
El monto es igual a 78 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Educación Pública para 2011, un porcentaje similar del financiamiento que otorgó la banca comercial al sector privado, el triple del gasto previsto para la Secretaría de la Defensa Nacional o nueve veces más el de la Secretaría de Marina.
Es evidente que existe una relación entre el aumento de la inseguridad y la disminución de la inversión y el consumo, lo cual indica que este fenómeno social incide negativamente sobre estas actividades, inhibiendo la posibilidad de una recuperación más rápida de la economía
, indicó el organismo que depende del Consejo Coordinador Empresarial.
La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación insistió, a su vez, en que el sistema fiscal de México no ha permitido avances en el terreno económico, ya que no responde a las necesidades de promoción de ahorro, inversión y crecimiento, por su complejidad e ineficacia, que además no ha permitido eliminar la evasión y elusión fiscal, ni tampoco ha logrado integrar la economía informal a la formal.