Sábado 9 de octubre de 2010, p. 7
El diplomático mexicano Gonzalo Martínez Corbalá lamentó que ahora los embajadores sean empleados de la Secretaría de Relaciones Exteriores
y no representantes de México ante el mundo.
Durante la presentación, el jueves pasado, de su libro La historia que viví, el ex embajador de México en Chile y Cuba relató durante una hora pormenores de su estancia en los países latinoamericanos y aspectos de su relación con el ex presidente Lázaro Cárdenas del Río.
El también ex gobernador de San Luis Potosí comentó, a propósito del oficio diplomático, que para hacer un buen desempeño se debe contar con la credibilidad y la confianza de los dos jefes de Estado (el del país al que se representa y el de la estancia), porque, de lo contrario, se convierte en un cargo burocrático que no rendirá ningún fruto.
Acompañado de académicos y directivos del Instituto Nacional de Administración Pública, sede de la presentación editorial, Martínez Corbalá escuchó con atención los comentarios de los presentadores del libro, el cual es un testimonio de mis experiencias personales al lado de tres de los más notables líderes revolucionarios de nuestra América
, Lázaro Cárdenas del Río, Fidel Castro Ruz y Salvador Allende Gossens.
Manuel Quijano Torres y Juan Manuel Carreras, en su oportunidad, reconocieron la actitud digna
que sostuvo el autor en su calidad de embajador de México en Chile en los días del golpe de Estado que Augusto Pinochet dirigió contra el gobierno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, y la defensa, al interior de la residencia diplomática, de decenas de chilenos perseguidos por el régimen golpista.
Sobre la obra, Quijano expresó que hereda para las futuras generaciones de latinoamericanos piedras vivas de fundación a fin de edificar una nueva edición de la historia
.
La historia que viví es una coedición de La Jornada y El Colegio Mexiquense AC.