Kolontar,10 de septiembre. La grieta en el depósito de lodo tóxico que cedió el 4 de octubre y provocó la mayor catástrofe ecológica en Hungría no se abrió más, y los riesgos de un segundo derrame en el oeste del país centroeuropeo disminuyeron.

Hasta ahora no han aparecido nuevas grietas en el muro, dijo Tibor Dobson, vocero de los equipos de gestión de desastres, y llamó a la calma a la población, la cual temía que el muro se viniera abajo por completo, liberando 500 mil metros cúbicos más de lodo tóxico.

Hoy el primer ministro húngaro, Viktor Orban, informará al Parlamento sobre las conclusiones de una investigación. Prometió las consecuencias más duras para asegurar que no se repita un desastre de estas proporciones: 700 mil metros cuadrados de lodo tóxico derramado en 40 kilómetros cuadrados de territorio; siete muertos y 150 habitantes de Kolontar heridos.