er aficionado a la fiesta brava implica una frustración casi permanente. Estar a la espera de la faena imposible; la clásica, la bien hecha, la perfecta. En la que el torero se deja venir al toro a la distancia justa y al llegar a la jurisdicción le echa la muleta adelante, lo trae toreado, lo templa y lo manda. Si esto aparece cuando en el ruedo hay un toro de encastada nobleza con esa bravura seca hacia dentro del cuerpo del torero y éste se lo pasa en suaves melodías interiores, prolongaciones inacabables: la hondura. Miel sobre hojuelas. Todo esto es más allá de la fusión de diversas tendencias taurinas con la adquisición fascinadora de la delicada espiritualidad torera y si se puede, eso que llamamos personalidad.
Dígalo si no, esos lances a una mano del torero de Madrid, Juan Mora, en el final de la temporada española, en la llamada feria de otoño madrileña. En que con ese toreo llevó al caballo a lo toros de Torrealta, muy toreados y que fueron la escueta y concentrada elegancia de sus movimientos frente al toro, Treinta años de transitar por los redondeles le llevó a Juan poder realizar ese toreo que subyuga. Cada verónica, media verónica o pase natural tenían en Juan, un aroma diferente, un buqué que, dirían los clásicos, sólo para los elegidos.
En dos semanas se iniciará la temporada mexicana de corridas de toros. Por supuesto, no viene el triunfador de Madrid, Juan Mora, ni José Tomás aún en recuperación, ni Morante de la Puebla, ni Juan Pablo Sánchez, ni Diego Silveti, novilleros mexicanos triunfadores en España. Eso sí, regresa El Zotoluco después de cuatro años de ausencia y la gran novedad es Arturo Saldívar, después de su exitosa campaña novilleril en España.
Los aficionados esperamos a Arturo Macías El Cejas y Octavio García El Payo después de las cornadas sufridas en la temporada anterior. Los consabidos toreros españoles Enrique Ponce, El Juli, El Fandi, Miguel Ángel Pereda, Manzanares, y los matadores franceses Sebastián Castella y Juan Bautista. El infaltable Pablo Hermoso de Mendoza que tendrá la competencia de Diego Ventura. Y acabará de levantar la afición al rejoneo en nuestro país.