Monterrey, NL, 14 de octubre. Nuevo León enfrenta una guerra que no inició pero sí le corresponde enfrentar. Frente a la comprensible indignación de los ciudadanos por la pérdida de su tranquilidad, se equivocan gravemente quienes por intereses mezquinos pretenden culpar y debilitar a un gobierno o, más aún, a una persona, aseguró el gobernador Rodrigo Medina al entregar su primer informe de gobierno.

La entidad está siendo atacada, pero no pierde tiempo en torpes conjuras, maniobras oscuras ni estrategias inconfesables. Las decisiones políticas de Nuevo León las toman los toman los nuevoleoneses, sostuvo.

En el mensaje de su primer informe de gobierno, Medina de la Cruz habló de aciertos y errores, victorias y pérdidas en la lucha contra la criminalidad, pero también acusó embestidas dirigidas, ataques partidistas (y) de grupos de interés o de algún medio para manipular la percepción de la ciudadanía y denostar al gobierno.

El crimen organizado, advirtió, se beneficia de autoridades cuestionadas, desgastadas y desprestigiadas, y algunos les hacen el juego, quiero pensar que inocentemente. En seguida expresó preocupación ante el hecho de que grupos de poder o partidos no adviertan la magnitud del error de cuestionar con ligereza las acciones del gobierno para combatir la delincuencia.

Dio ejemplos de tales ataques. Sin mencionarlo por su nombre, se refirió a Francisco Ramírez Acuña, aspirante a la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN), quien recientemente vino a Nuevo León y exigió la renuncia del mandatario, a quien responsabilizó de la violencia que vive la entidad.

“Sorprende enormemente que ex funcionarios del gobierno federal, hoy legisladores, vengan a Nuevo León a hacer intriga política y a cuestionar la firmeza y la estabilidad de las instituciones del estado.

Alardean de cercanía con el Ejecutivo de la nación, comparten su filiación partidaria y vienen aquí a perder el tiempo en torpes conjuras, maniobras oscuras, estrategias inconfesables que revelan sus pequeñas ambiciones.

Acciones de politiquería como ésas, añadió, no pasarían de ser expresiones ridículas y extemporáneas, salvo porque presumen de contar con avales y diseños nacionales y pretenden servirse de circunstancias infortunadas cuyo origen es ajeno a Nuevo León’.

Pidió a quienes lo descalifican que mejor aporten y se comprometan, pues ninguna batalla por la seguridad se ganará en medio del desprestigio de las instituciones o de dobles discursos. Al proceder así sólo evidencian egoísmo y al final fracasarán, advirtió.

En su texto, Rodrigo Medina se refirió varias veces a la seguridad, a las acciones emprendidas para esclarecer los asesinatos de los alcaldes de Santiago y de Doctor González, a la profesionalización de la policía, a la solución de secuestros y a la detención de los responsables del lanzamiento de artefactos explosivos en lugares públicos, entre otros.

“Nada se resolverá sin esfuerzo. Las crisis no son momentos de titubeo y tampoco de falsas expectativas. Realidad y percepción se combinan para amenazar nuestra tradicional paz y tranquilidad.

Pero no hay resignación. No debe haberla. No hemos desistido ni desistiremos jamás de enfrentar el reto, particularmente a los criminales”, expresó.

La recriminación, el catastrofismo y la manipulación sólo hacen más difícil resolver el problema de la delincuencia. El enemigo está fuera.

Enfatizó: las decisiones precipitadas suelen ser perjudiciales. Por mucha que sea la presión por obtener resultados, no improvisaremos ni tomaremos medidas cortoplacistas. Las salidas falsas se revierten gravemente. Estamos actuando para resolver lo urgente, pero perfilando cambios estructurales.

Entre los invitados, además de alcaldes y ex gobernadores de la entidad, acompañaron a Rodrigo Medina los mandatarios de Chihuahua, Veracruz, estado de México, Nayarit, Coahuila, Durango, Colima, Zacatecas, Hidalgo, Yucatán y los electos de Tamaulipas y Veracruz, además del secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna.

El mandatario agradeció el trabajo de las fuerzas armadas y de las corporaciones policiacas federales que apoyan los esfuerzos de seguridad en Nuevo León. Los participantes respondieron con un largo aplauso, sobre todo para los militares.

Rodrigo Medina fue profuso al hablar de las acciones para enfrentar los estragos provocados por el huracán Álex y detalló sus políticas de empleo e inversión.

Siempre he sabido coordinarme institucionalmente, pero también he sabido proteger lo que a Nuevo León corresponde. Por eso, dejémonos de conspiraciones inútiles, porque aún nos quedan cinco largos años para seguir construyendo el estado que merecen nuestros hijos.

Amago de destitución

Cuando el gobernador se preparaba para entregar su informe a Josefina Villarreal González, presidenta de la mesa directiva del Congreso local, el panista Alfonso Robledo Leal se plantó frente a él y le mostró una pancarta negra con la leyenda: Basta de discursos. ¡Resultados!, y le advirtió: De no hacerlo y seguir perdiendo el tiempo, su periodo de gobierno podría ser más breve de lo que se piensa.

Desde sus curules, los demás panistas sacaron cartelones con la misma leyenda, ante la protesta de los invitados que permanecían en las tribunas, la mayoría funcionarios del gabinete estatal y militantes priístas.

Antes, durante y después del informe se desplegó un operativo de seguridad en torno al palacio de gobierno y el Congreso.

Con información de María Alejandra Arroyo, corresponsal