La crisis financiera provocó que el número de personas que padecen hambre en los países latinoamericanos subiera a 53 millones, 10 por ciento de su población total, advirtió el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (Sela) en una reciente investigación sobre la seguridad alimentaria y el precio de los alimentos en la región que será discutido en su 36 reunión regional a finales de octubre, en Venezuela.

América Latina está considerada como la única en el mundo que es exportadora neta de alimentos y su producción agrícola no ha dejado de crecer. Incluso, según el documento, produce 60 por ciento más de sus necesidades alimentarias y es ampliamente superavitaria en su balanza comercial de alimentos, con excepción de los países del Caribe.

Así que el Sela advirtió que el hambre y malnutrición regional no está vinculado al problema de escasez sino a un problema de acceso a los mismos, directamente vinculado a la pobreza.

Explicó que con la recuperación económica que comenzó a sentirse desde el segundo semestre de 2009 y hasta la fecha, han reimpulsado el incremento de precios de los alimentos en América Latina y el resto del mundo, ya que actualmente son 50 por ciento más caros que en 2004, aunque no han llegado a los niveles récord de la crisis alimentaria de hace tres años.

La baja que hubo en los precios internacionales de los productos básicos antes de la crisis financiera no implicó que se hayan abaratados los precios al consumidor, por lo que el organismo alertó que la presencia de monopolios, oligopolios u oligopsonios en los mercados alimentarios a nivel nacional o regional podría estar detrás del nivel de precios más allá de la oferta y la demanda”.

Proponen apoyo a los campesinos

En el contexto del Día Mundial de la Alimentación, diversas instancias y organizaciones nacionales e internacionales resaltaron la importancia de la autosuficiencia alimentaria vía incentivo a la producción interna. La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) resaltó que para disminuir la cantidad de hambrientos en el mundo, los cuales son una sexta parte de la población del planeta, se requieren acciones conjuntas y apoyo a los campesinos de las naciones más pobres.

Responder adecuadamente al problema del hambre requiere actuar de forma urgente, firme y concertada por todos las partes relevantes. Pasa por la necesidad de que todos nosotros estemos unidos, aseguró el director general de la FAO, Jacques Diouf.

Por su parte, Cruz López Aguilar, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados criticó que en México 50 por ciento de los alimentos que se consumen sean importados y añadió que de poco sirven presupuestos extraordinarios para el desarrollo rural, si éstos no llegan a sus destinarios por la burocracia.