La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) asegura que atendió los señalamientos hechos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la recomendación de 2006 sobre la explosión en la mina Pasta de Conchos, por lo que considera que hay una imprecisión en las declaraciones del presidente del organismo, Raúl Plascencia Villanueva, quien señala que la dependencia sigue sin cumplirla.

En un comunicado en el que retoma lo expresado a una radiodifusora por el subsecretario del Trabajo, Álvaro Castro Estrada, indica que el 11 de noviembre de 2009, la misma CNDH envió un oficio en el que nos comunican que seis de las siete recomendaciones que se dieron en su oportunidad habían sido cumplidas, que la única que estaba pendiente es la relacionada con la responsabilidad patrimonial del Estado.

Castro Estrada detalló que el 17 de julio de 2006, la STPS recibió la recomendación de la CNDH en la que se abordan aspectos relacionados con las responsabilidades administrativas, de coordinación con Protección Civil, emisión de nuevas normas relativas a la seguridad en las minas, responsabilidad patrimonial del Estado y contratación de mayor número de inspectores federales del trabajo, entre otros.

Explicó que está pendiente lo relativo al pago de indemnizaciones, porque antes de que se reformara la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, en su artículo 18 prevé que la parte interesada deberá presentar su reclamación ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, y que conforme al artículo 123 constitucional, apartado A, fracción XIV, los empresarios son responsables de los accidentes de trabajo y de las enfermedades profesionales de sus empleados; por tanto, los patrones deben pagar la indemnización correspondiente.

Sobre las demandas para que se rescaten los cuerpos de 63 mineros, subrayó que los hechos sucedidos en la mina de San José, en Chile, son diferentes a los ocurridos en Coahuila, en 2006.

Indicó que Pasta de Conchos es un yacimiento de carbón, de alta explosividad por el gas metano; hubo explosión, derrumbes e inundaciones... el rescate implicaba arriesgar más vidas, lo cual era improcedente.

Dijo que la mina de Chile es de cobre y oro, con poco riesgo de explosión, donde ocurrió un derrumbe, no una inundación ni explosión y, además, los barrenos (sic) también pudieron ubicar a los trabajadores e incluso comunicarse con ellos, lo cual era un rescate viable, aunque con un altísima dificultad, y qué bueno que se logró.

Sobre las críticas de que en México debió hacerse lo mismo que en Chile, consideró que “hay rescates que son viables y otros no. En esta administración, cuando supimos que podían rescatarse los cuerpos, se tomó la determinación, por el secretario Javier Lozano Alarcón (titular de la STPS), de consultar al panel de expertos del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Dijeron que las condiciones de seguridad e higiene en la mina eran sumamente riesgosas, inestables e inseguras, por lo que el ingreso en esas circunstancias comprometía significativamente la seguridad de quienes pretendieran hacerlo, de modo que se desaconsejaba ingresar a la mina.