Lunes 18 de octubre de 2010, p. a46
Horacio Reiba, maestro de maestros de Puebla, que escribe de toros en La Jornada de Oriente, donde firma como Alcalino, publica hoy en ese diario el fruto de una acuciosa investigación sobre los diestros mexicanos que tomaron o confirmaron su alternativa en Madrid, desde 1889, cuando debutó Ponciano Díaz, hasta el pasado martes, cuando Alfredo Ríos El Conde refrendó la suya en Las Ventas, escuchando un aviso en su primero y saliendo al tercio tras despachar al último del festejo.
A lo largo de estos 121 años, revela Alcalino, 81 coletas nacidos aquí cortaron en la capital de España un total de 86 orejas y dos rabos. De ellos, el que sumó el mayor número de actuaciones –81 en 11 temporadas entre 1908 y 1919–, fue Rodolfo Gaona, quien a pesar de su fama como artista del capote y la muleta, y de su éxito como banderillero, sólo recibió en tan dilatado lapso cuatro orejas.
Entre 1928 y 1936, los mexicanos que lograron los máximos triunfos en Madrid fueron Fermín Espinosa Armillita (nueve orejas); Lorenzo Garza (seis y un rabo), y Heriberto García (las dos y el rabo. Tras el inicio de la guerra civil (1936-39), los españoles decretaron un boicot contra los mexicanos, que duró hasta 1944, cuando se firmó el convenio que por décadas normaría el intercambio de matadores de ambos países.
De tal suerte, entre 1944 y 1946, Carlos Arruza cortó nueve orejas en Madrid (y decenas en todas las demás plazas), Carlos Vera Cañitas tres, Fermín Rivera dos y Manuel Gutiérrez Espartero y Antonio Velázquez una cada uno. El convenio se rompió en 1947 y estuvo suspendido hasta 1951, año en que se renueva y se mantiene vigente hasta 1957. En ese período, el que más orejas corta es Juan Silveti (padre del Rey David), que cosecha siete, muy lejos de Joselito Huerta que sólo se trajo dos.
Roto de nuevo el convenio en 1957, las visitas de los mexicanos a Madrid se reanudan en 1961 y entre ese año y 1966, de un total de nueve espadas de acá sólo dos cortan una oreja allá. Entre 1970 y 1975, Curro Rivera iguala el récord de Armillita y de Arruza (nueve) y Eloy Cavazos casi el de Garza (seis, pero ningún rabo).
Después, la nefasta influencia de Manolo Martínez impediría el surgimiento de nuevas figuras, por lo que ningún mexicano fue a España de 1976 a 1982, año en que volvemos a enviar, hasta el día de hoy, 18 matadores, de los cuales dos cortaron oreja: Jorge Gutiérrez y Eulalio López El Zotoluco.
El sabio Alcalino ha obtenido una precisa radiografía del esplendor y la decadencia de nuestra tauromaquia. ¡Olé por su arte!