Perdieron su patrimonio a causa de los huracanes Álex y Karl
Lunes 18 de octubre de 2010, p. 36
Monterrey, NL, 17 de octubre. Las 250 familias de la colonia popular Condesa de esta capital perdieron sus pertenencias hace más de cuatro meses, por el paso del huracán Álex, y lo poco que recuperaron se arruinó casi tres meses después, ante la llegada del huracán Karl. Hoy continúan en condiciones insalubres, sin servicios ni dinero y en la incertidumbre.
Después de Álex, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) les ofreció un bono de 10 mil pesos que sólo han recibido unos cuantos. Dicen que somos irregulares
, comenta desalentado uno de los vecinos.
Sus conexiones de electricidad son irregulares y además dependen de una toma colectiva de agua. El ayuntamiento y la iniciativa privada dan alimentos, pero los colonos temen que los reubiquen en Doctor Arroyo, municipio limítrofe con San Luis Potosí.
La Condesa y otros colonias fueron creadas al ras de ríos. Cuando los torrentes reencontraron sus cauces pusieron el descubierto la complicidad entre autoridades, constructoras y líderes que medraron con asentamientos no planeados.
Los desbordamientos del río La Silla causaron los desastres de principios de julio y del 20 de septiembre, cuando el cauce, de un metro de ancho, llegó a los actuales 15. La primera vez arrasó varias construcciones, y en ambos casos el agua acometió contra calles, viviendas, postes, puentes y automóviles. En algunos puntos la inundación alcanzó dos metros de altura y muchos buscaron refugio en la vecina colonia San Ángel.
Mayra Cecilia Torres vive con su familia y tres personas más –en total son 14– en un pequeño y semidestruido inmueble de dos plantas. Todos tenían cama y la perdieron a causa de Álex; luego consiguieron tres, pero Karl se las arrebató.
Marina Cruz Ontiveros es vecina de Mayra. Álex derribó su casa y los aguaceros posteriores la habitación que reconstruyó con material donado por las autoridades. Hasta teníamos una lavadora y un colchón
, lamenta.
Rosalba, su esposo y sus dos hijos también perdieron todo por la furia de Álex en el municipio de Linares. Al llegar a Monterrey, compraron por 7 mil pesos una vivienda a otros damnificados. Sin embargo, un lodazal destruyó sus enseres. Huyeron con otros familiares y ahora son 17 personas en una vivienda de dos recámaras.
María Eugenia Ramírez recibió uno de los bonos de 10 mil pesos que repartió la Sedeso. Compró estufa, lavadora, cama y refrigerador. Con algo más de dinero pintó la casa, puso vidrios a las ventanas... y lo perdió todo.
Su terreno es irregular. Se lo donó
la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
Luego del huracán Álex, líderes llegaron a cobrar 50 pesos a cada casa para viajar a la Ciudad de México y gestionar ayuda ante el presidente Felipe Calderón.
Los damnificados mencionaron a una cetemista conocida sólo como La Muñeca, quien les dio los lotes sin escrituras antes del huracán Gilberto, a cambio de ir a reuniones de la CROC.
Nezahualcóyotl recibe ayuda del Fonden... ocho meses depués
El ayuntamiento de Nezahualcóyotl, estado de México, recibió 41 millones de pesos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) ocho meses después de que el municipio fue declarado zona de desastre por las inundaciones y los daños en cientos de viviendas que dejó el desbordamiento del río de Los Remedios.
El alcalde Édgar Navarro Sánchez informó que los recursos se usarán para introducir en las colonias Ciudad Lago y Ampliación Ciudad Lago una línea alterna de drenaje de más de 14 kilómetros.
Mientras, decenas de familias siguen sin recibir la ayuda que les prometieron las autoridades.
Los gobiernos federal y mexiquense pagaron a los perjudicados indemnizaciones de 20 mil pesos y entregaron certificados de 5 mil pesos a cada una de las cerca de 11 mil familias, las cuales los canjearon por material de construcción.
En septiembre, un grupo de mil 200 vecinos de Nezahualcóyotl, Chalco y Valle de Chalco demandaron penalmente a la Comisión Nacional del Agua por los estragos y porque las indemnizaciones no repararon los daños.
Con información de Javier Salinas Cesáreo, corresponsal