Tusquets publica su primera novela de una serie monumental de seis entregas
El denominador común de Inés y la alegría y toda la saga es la resistencia antifranquista, dice
En la sociedad y en la literatura españolas se nota un relevo generacional, indica a La Jornada
Martes 19 de octubre de 2010, p. 5
Cumplir años tiene una ventaja, dice la narradora española Almudena Grandes: Hoy me considero una escritora mucho más poderosa que cuando era joven. Tengo un control mucho más exhaustivo sobre mi trabajo y estoy en condiciones de escribir lo que quiero, cuando era joven no
.
Ahora está embarcada en un proyecto de seis novelas independientes pero que se inscriben bajo un mismo nombre Episodios de una guerra interminable
. El primer libro de la serie ya está en circulación, publicado por Tusquets, y se titula Inés y la alegría. En él, la escritora nacida en Madrid en 1960 recupera un episodio prácticamente desconocido: la invasión del valle de Arán, en octubre de 1944.
Han pasado ya 21 años desde que su libro Las edades de Lulú la metió de lleno en el mundo de la literatura, y durante muchos años ha sido considerada su obra insignia. “Esa novela me permitió vivir la vida que quería vivir. Es un texto que ha crecido tanto que a veces pienso que es mi madre, en lugar de que yo lo sea. La verdad es que a mí las novelas impares me han ido cambiando la etiqueta.
“Con Las edades de Lulú fui escritora de literatura erótica; con la tercera que es Malena es un nombre de tango me convertí en una escritora feminista; con Los aires difíciles dijeron que era una escritora decimonónica; con El corazón helado me convirtieron en una escritora de la memoria.”
Proyecto de envergadura
Hoy, con Inés y la alegría, continúa explorando, investigando y trayendo al presente la lucha antifranquista. Todo comenzó al terminar de escribir El corazón helado, publicado en 2007, porque “no sabía qué escribir. Cuando escribí El corazón… me enganché a la historia de España, porque realmente comencé a leer al respecto para resolver algunas dudas. Me pasó algo muy importante que fue descubrir que no sabía nada. Comencé a leer, pero ya no para documentarme sino para mí y no he salido del tema”.
Inés… fue primero el proyecto de un guión y al final se convirtió en novela, pues es lo que sé hacer, escribir novelas
. La idea de los seis episodios o novelas independientes irán de 1939 hasta 1964, aunque no en orden cronológico. Un plan que se antoja monumental y que dará, al menos, otros siete u ocho años de labor a esta escritora que estará presente en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. A esos años habrá que sumar los tres que le tomó escribir Inés y la alegría.
–¿Estos episodios serán la obra de su vida?
–Desde luego es una obra de mucha envergadura. No sé si será la de mi vida, pero ¡yo qué sé! Cuando escribí El corazón helado pensé que nunca iba a escribir nada más importante que ésa, así que soy muy mala para hacer predicciones de mi propia obra. De momento lo que intento es que me salgan bien.
Nietos que buscan respuestas
Por lo pronto ya está terminado el segundo libro de la serie, El lector de Julio Verne: la guerrilla de Cencerro y el trienio del Terror. Jaén, Sierra Sur, 1947-1949, pero será publicado una vez que Almudena termine el tercero, Las tres bodas de Manolita, para así llevar un libro de ventaja. Todos con el denominador de la resistencia antifranquista. Tanto la Guerra Civil española como la posguerra son de esos temas que no se acaban nunca
, destaca la futura autora de Los pacientes del doctor García, título de la cuarta entrega.
“Lo que ha pasado es que uno de los grandes momentos de la historia de la humanidad, por la cantidad de cosas que concentró, por lo que pudo haber significado, por lo que significó, porque en definitiva España fue el lugar donde se ventiló el destino de las siguientes décadas en el mundo.
“La guerra en España fue la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial, los aliados nunca quisieron reconocerlo porque no les convenía, porque habían dejado a los demócratas en España con el culo al aire, pero realmente España fue el experimento de la Segunda Guerra Mundial. Fue una guerra romántica en la que la gente moría por sus ideales.
Lo que se nota ahora en la literatura española, y es normal que así sea, porque no sólo se ve en las letras sino en la sociedad también, es un relevo generacional.
Y ese relevo significa que son los nietos los que tratan de encontrar respuestas a las preguntas que no supieron contestar los padres ni los abuelos.
La ventaja que ofrece tratar el tema desde la ficción es que la literatura llena los huecos que la historia no puede. Y eso es lo que hizo con Inés y la alegría, novela que se lee en dos niveles: el real, al contar lo que ocurrió históricamente en capítulos encerrados en paréntesis, y la ficción, que es la historia de Inés y el Gaitero, rebautizado después con el sobrenombre de Galán. Una novela que puede desarmarse al estilo de Rayuela, de Julio Cortázar.