NII Holdings (Nextel) y Grupo Televisa anunciaron la cancelación del acuerdo por el que la televisora invertiría mil 400 millones de dólares en la compra de 30 por ciento de Nextel México. Así, los consorcios no irán juntos en la explotación de los 30 megahercios (Mhz) que obtuvieron en la licitación 21 en sólo 180 millones 300 mil pesos.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) advirtió que es indispensable una nueva licitación, y exigió que Televisa, Nextel y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ofrezcan explicaciones sobre este proceso, que va en contra de los intereses del país.

La consultoría Mediatelecom afirmó que el amparo para que se suspenda la concesión sigue vigente, y alertó que es indispensable revisar si Nextel podrá realizar las inversiones e ir como único accionista en el despliegue de la red.

Televisa tomó la decisión de abandonar su participación en NII Digital, la empresa formada con Nextel para participar en la licitación 21, luego de que el jueves pasado Grupo Iusacell obtuvo un amparo del juzgado segundo con sede en Toluca que impide que se explote la concesión otorgada por la SCT.

Grupo Iusacell señaló que sin importar que Televisa se haya retirado, Nextel debe pagar 5 mil millones de pesos por la concesión, o su título deberá ser suspendido.

Argumentó que dicha cifra corresponde a lo que Telcel y Telefónica pagaron por una cantidad similar a los 30 Mhz que tenían hasta ayer Televisa y Nextel. En caso de no hacer ese pago, se consumará el daño patrimonial a las finanzas públicas, aseguró.

El presidente de Televisa, Emilio Azcárraga, comentó en Twitter que separarse de Nextel fue la mejor decisión.

Hay que tomar decisiones todos los días, y creo que tomamos la mejor para nosotros.

Fuentes de la empresa consultadas por Reuters dijeron que las firmas Televisa y Nextel se vieron desalentadas por una ola de recursos legales presentados por sus competidores.

Las empresas de Grupo Salinas han interpuesto por lo menos 72 recursos en contra de la licitación 21.

El informante apuntó que Televisa consideró que no era prudente la inversión. Seguimos interesados en la oportunidad de participar en telefonía móvil. Mantendremos nuestras opciones abiertas, que pueden o no incluir algún acuerdo con Nextel.

El vicepresidente corporativo de Nextel México, Gustavo Cantú, dijo que la disolución de la alianza fue de común acuerdo, por lo que no habrá penalizaciones de una a otra empresa.

En cambio, añadió, continuará la posibilidad de hacer negocios con eventuales acuerdos con Sky o Cablevisión, más contratos de publicidad o algún otro tipo de operación.

Precisó que las empresas tomaron la decisión porque percibieron riesgos para otros segmentos de sus negocios, y aseguró fue Nextel la que pagó los 180 millones 300 mil pesos por los 30 Mhz de la licitación 21.

Expresó que no han sido notificados del amparo concedido a Grupo Iusacell, y consideró que la empresa de Ricardo Salinas Pliego no logrará detener la concesión, por lo que ya comenzaron las pruebas de su red en la ciudad de México.

Cantú destacó que Nextel mantiene el compromiso de invertir 19 mil millones de pesos en los próximos cinco años para el desarrollo de la red de tercera y cuarta generaciones de servicios de telecomunicaciones, porque esta empresa tiene solvencia sobrada y bajos niveles de endeudamiento.

Aseguró que la única obligación que tienen al diluir la alianza con Televisa es notificar a la Comisión Federal de Competencia. Si la SCT quiere información se la tiene que pedir la CFC.

El director jurídico de la SCT, Gerardo Sánchez Henkel afirmó que la salida de Televisa de NII Digital es legal y que Nextel sólo tiene que cumplir con avisarle a la autoridad de la modificación accionaria. Puntualizó que este cambio en la constitución de la empresa no la exime de sus obligaciones, por lo que Nextel deberá cumplir sus compromisos de inversión y plan de negocios, lo cual será verificado por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).

A decir del abogado, la salida de Televisa echa por tierra todas esas versiones de que la SCT y la Cofetel favorecieron a una empresa en la licitación 21. Lo relevante en este caso es que el compromiso de inversión se mantiene.

Apuntó que a pesar de ser una empresa extranjera, Nextel puede ir como único inversionista o accionista mayoritario.

Agregó que Grupo Iusacell tendrá que pagar por ver si quiere que prospere el amparo concedido por el juzgado segundo, ya que deberá depositar una garantía de 272 millones de pesos, cantidad que pasará a manos de Nextel si Iusacell pierde el juicio.

Analistas de Wells Fargo señalaron que aunque la terminación del acuerdo es negativa, la mayoría de los inversionistas en el mercado de valores habían asumido que no prosperaría.

Otros analistas consideraron que la noticia podría no ser tan mala para las compañías.

El presidente de la Amedi, Raúl Trejo Delarbre, afirmó que la ruptura confirmó la serie de irregularidades que se dieron a lo largo de la licitación 21, en la que la SCT dio a precios de ganga 30 Mhz de cobertura nacional, por lo que las empresas y la autoridad tienen la obligación de ofrecer más explicaciones.

Este rompimiento, consideró, pone en evidencia la errónea política del gobierno del presidente Felipe Calderón para favorecer a la propia Televisa, por lo que es indispensable que se reponga la licitación, pero sobre todo que se respeten los intereses de la nación.

La Amedi destacó que la atención de legisladores, analistas y especialistas debe centrarse ahora en que Televisa no tenga acceso por otras vías a los 30 megahercios de espectro.

Sería inadmisible que los Mhz para telefonía móvil que hoy rechazó Televisa en la alianza con Nextel los obtenga dentro de pocos meses y de manera gratuita como resultado de los nuevos usos que podrían tener las frecuencias de televisión digital.

El director de la consultoría Mediatelecom, Jorge Fernando Negrete, señaló que Nextel arriesgó su prestigio internacional e inversiones en la bolsa de Nueva York al aliarse con Televisa en un proceso lleno de litigios y en un país donde la política de telecomunicaciones es caótica, lo que se reflejó en que después del anuncio del rompimiento las acciones de Televisa subieron 1.65 por ciento y las de Nextel bajaron 0.66 por ciento en Wall Street.