Guanajuato, 24 de octubre. El dramaturgo chileno Guillermo Calderón, autor de la obra Neva, que se presentó este domingo en el teatro Cervantes, señaló que es necesario volver a reflexionar en temas como la dictadura, la violencia, el dolor, los derechos humanos y la justicia.

Explicó que los chilenos están marcados por la dictadura y por no haber visto caer a los culpables de la violación de los derechos humanos, por lo que ese país mantiene una herida que se ha convertido en parte de su identidad.

Pese a que existe una democracia consolidada, el teatro explora esa frustración, comentó Calderón, director de la compañía Teatro en Blanco, que se presentó en la edición 38 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

El dramaturgo creció en la dictadura de Augusto Pinochet, y considera al teatro una situación doméstica en el contexto de un ambiente de violencia política. Quiero reproducir eso en el escenario, donde los conflictos domésticos toman forma especial.

La obra se desarrolla seis meses después de la muerte del escritor ruso Anton Chéjov, esposo de Olga Knipper, quien se alejó unas semanas del Teatro de Artes de Moscú, donde era actriz principal, porque debía actuar en San Petersburgo.

Sin embargo, llega a la ciudad en medio de la turbulencia revolucionaria del 22 de febrero de 1905. Ese día particular, las tropas zaristas reprimieron una manifestación masiva y mataron a cientos de personas en lo que hoy se conoce como Domingo Sangriento.

Difícil, abordar el amor

Para Guillermo Calderón, el teatro chileno describe el ambiente político con crudeza, lo cual ha dotado de gran tradición al arte dramático de ese país.

La crítica es la energía del teatro, y en la compañía es difícil que reflexionemos sobre temas de amor. Quizá suene duro, pero nos interesa que la obra sea emocionante en todas sus direcciones, incluso en el humor.

En Neva –explicó Calderón– recurrimos a los elementos simples del teatro, utilizamos una iluminación mínima para crear un ambiente de encierro.

El montaje retrata el teatro de Chéjov, de su tiempo y de su musa (Olga Knipper), su inolvidable Gaviota, quien junto con los miembros del Teatro de Arte de Moscú padecieron la revolución rusa.

La base de Neva es la actuación, la economía de recursos escénicos y el interés por abordar en el hecho escénico las tensiones sociales no resueltas. Refleja el mundo del teatro y sus limitaciones, así como el compromiso del artista en los problemas sociales.

Neva, escrita y dirigida por Guillermo Calderón, cuenta con la actuación de Paula Zúñiga, Trinidad González y Jorge Becker, y música de José Tomás González.

Teatro en Blanco ofrecerá una función este lunes, a las 18 horas, en el teatro Cervantes.