París, 25 de octubre. El gobierno de Nicolas Sarkozy pidió terminar las huelgas y manifestaciones que afectan la economía francesa, considerando que las protestas contra la impopular reforma de las jubilaciones ya costaron más de 3 mil millones de euros a un país debilitado por la crisis.

En tanto, los trabajadores de siete de doce refinerías votaron en favor de seguir en huelga, informaron los gremios, mientras los otros cinco deberán votar más adelante sobre las acciones a tomar.

La escasez de combustible persistía en las gasolineras mientras el gobierno cuantificaba los costos de las semanas de huelgas contra la impopular reforma de pensiones entre 200 y 400 millones de euros por día. Todos los depósitos de productos petroleros quedaron desbloqueados, pero en una de cada tres gasolineras había suministro limitado o suspendido total debido a las huelgas.

Las imágenes de barricadas en llamas en refinerías y depósitos de combustible bloqueados, enfrentamientos entre manifestantes y la policía en protestas callejeras, avergonzaron al presidente Sarkozy, quien enfrenta su peor nivel de popularidad, en su intento por mostrar que el país puede tomar medidas concretas para frenar su déficit.

El proyecto de ley, que elevará de 60 a 62 años la edad mínima para jubilarse y de 65 a 67 años la edad para cobrar automáticamente una pensión completa, será adoptado definitivamente el miércoles por el Parlamento, tras haber llegado a un acuerdo este lunes senadores y diputados. Por su parte, los sindicatos prevén realizar nuevas manifestaciones esta semana y mantener la presión en el estratégico sector de la energía.

La ministra de Economía, Christine Lagarde, señaló que el costo de las huelgas contra esta reforma podría ser valuado en 200 a 400 millones de euros diarios. Según el diario Le Fígaro, que cita a los servicios del ministerio de Economía, el costo total de las ocho jornadas nacionales de huelgas y manifestaciones contra esta reforma fue valuado en mil 600 millones a 3 mil 200 millones de euros.

Lagarde lanzó un nuevo llamado a la responsabilidad, manifestando el deseo de que las actividades se reanuden lo antes posible en condiciones normales.

Las protestas contra la reforma de las jubilaciones constituyen la mayor crisis para Sarkozy desde su elección, en 2007. La situación seguía siendo muy tensa el lunes, con 12 refinerías paralizadas y la posibilidad de agravarse la escasez de combustible.

A mediados de octubre, entre 1.2 millones (según el ministe- rio del Interior) y 3.5 millones de personas (según los sindicatos) salieron a las calles para exigir una reforma a esta iniciativa, considerada injusta por la oposición y gran parte de la opinión, pero indispensablepor el gobierno.

Sarkozy, quien se ha vuelto muy impopular, advirtió que no cederá, pues con la reforma espera fortalecerse antes de una restructuración de gabinete con miras a la elección presidencial de 2012.

Huelga ferroviaria en Grecia

En Grecia, el tráfico ferroviario quedó paralizado mayoritariamente a causa de una huelga dirigida contra la proyectada privatización parcial de la compañía estatal de ferrocarriles.

La huelga, que continuará hasta el próximo fin de semana, según anunció el sindicato ferroviario, afecta sobre todo al tránsito entre las dos principales ciudades de Grecia. Atenas y Tesalónica, así como al tráfico ferroviario suburbano de Atenas, que comunica los suburbios y el aeropuerto con la capital helena.