Vence a dos planillas de extracción priísta; rechaza venta de predios
Martes 26 de octubre de 2010, p. 30
San Salvador Atenco, Méx., 25 de octubre. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) retuvo el control del comisariado ejidal de San Salvador Atenco. La planilla roja, integrada por sus simpatizantes, derrotó en las elecciones para renovar el órgano ejidal a dos planillas de extracción priísta.
María Trinidad Ramírez, dirigente del FPDT, sostuvo que ganar el comisariado ejidal representa cerrarle el paso a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que, afirmó, continúa comprando tierras para el proyecto Zona de Mitigación y Rescate Ecológico en el Lago de Texcoco.
Aquí la población ha dicho que no venderá su tierra para un proyecto supuestamente ecológico que impulsa la Conagua, porque es una farsa y porque detrás de él hay claras intenciones del gobierno federal de retomar la construcción del aeropuerto en nuestros terrenos
, puntualizó.
La planilla roja, encabezada por Hermenegildo Márquez Del Valle, presidente; Prisciliano Altamirano, secretario, y Santiago Rodríguez, comisionado de vigilancia, ganó con 199 votos.
Las otras dos planillas participantes fueron la azul, presidida por Odilón Medina Anides, y la amarilla, encabezada por Cándido Morales Medina, ambos identificados con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) e impulsados por el gobierno del estado de México.
Los miembros del FPDT sostuvieron que seguirán defendiendo sus tierras y promoverán proyectos productivos en sus ejidos, pese al nulo apoyo de las autoridades.
El núcleo ejidal de San Salvador Atenco es el único que se ha opuesto al proyecto en el lago de Texcoco. En 2009 la Conagua comenzó a promover las obras, para las cuales requiere más de 2 mil hectáreas de los ejidos de Santa Isabel Ixtapa, Nexquipayac, Atenco, Ampliación San Bernardino, Chimalhuacán y Huexotla. Personal del organismo federal ha cabildeado con los presidentes de los comisariados ejidales para convencerlos de que vendan los predios.
En algunos ejidos la Conagua ha adquirido buena parte de las tierras, pero en otros ha surgido oposición, pues los pobladores aseguran que el proyecto es sólo una fachada del gobierno federal para revivir la construcción de un aeropuerto.