La violencia en el país ha generado temor, y una sociedad atemorizada no necesariamente toma las mejores decisiones, sostuvo el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles.

En entrevista previa a la inauguración del Centro Cultural San Carlos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, indicó que, con la situación actual, muchas poblaciones no lo van a pensar para continuar tomando justicia por mano propia.

Más temprano, luego de recibir la medalla al Mérito Sanitario de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, el rector también habló sobre la violencia, y señaló que el solo uso de la fuerza pública no resolverá el problema.

Se requiere, aseveró, un planteamiento integral, que atienda el desarrollo social, económico y educativo de los mexicanos, en particular los jóvenes.

Todas las muertes duelen, sobre todo si se trata de jóvenes, involucrados o no en el crimen organizado. El país no debió permitir estos niveles de violencia, subrayó.

En relación con el problema de las drogas, expresó que es un asunto de salud pública y educación, y planteó analizar la posibilidad de legalizarlas con el fin de evitar la violencia.

En el Centro Cultural San Carlos, Narro apuntó que ese análisis no puede hacerse de manera aislada, y se refirió a la reciente discusión en California, Estados Unidos.

“En una entidad, así sea California, no va a resolver absolutamente nada legalizando o no una de las drogas (…) Hay que aprovechar para hacer una revisión, entrarle con gran madurez, ver dónde está el problema y cómo lo prevenimos, porque el asunto de las adicciones es prevenible.”

Una de las consecuencias de las drogas es la violencia originada por el crimen organizado, el cual debe ser combatido por la sociedad de manera integral, pues este fenómeno nos afecta a todos: jóvenes, fuerzas armadas, policías y sus familias, así como a la economía y el turismo.

Lo que no tengo ninguna duda es que si no hay una propuesta integral que incluya la parte social, la educativa, la económica y de prevención de adicciones, entre otras, esto no se va a resolver.

Por otra parte, comentó que los avances de México en materia de salud tienen que compararse hacia afuera, para reconocer, entre otros, que aunque la mortalidad infantil se redujo 85 por ciento en las pasadas seis décadas, todavía es tres veces más alta que en Cuba y del doble respecto a Costa Rica o Chile.

Ya es hora, apuntó, de que en México exista un sistema único integrado de salud que garantice la cobertura universal y atienda los rezagos, como las enfermedades de la pobreza.