Ayer, la clase del profesor Vega, en el salón 403 de la Prepa 6, fue distinta. Un visitante inesperado apareció de pronto por la puerta, se paró frente al grupo y recomendó: Aprovechen a la Universidad.

Con esas palabras, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, se dirigió a los jóvenes preparatorianos a quienes invitó no sólo a estudiar, sino también a divertirse, a socializar, a andar de novios y a disfrutar su juventud.

Narro recorrió la Escuela Nacional Preparatoria 6 (más tarde estuvo en los planteles 8 y 4) donde convivió con estudiantes, profesores y directivos. Visitó los nuevos laboratorios de ciencias, los salones de música y teatro, la zona deportiva, incluida la alberca, y junto a los alumnos gritó varios goyas.

Al final del recorrido, en entrevista, el rector resaltó que México tiene una deuda con su juventud, pues a muchos no se les ha dado la oportunidad de estudiar. La formación académica, dijo, va más allá de salones de clase, también implica la recreación, la cultura, el deporte y la convivencia social, elementos que ofrece la UNAM.

La sorpresa de los jóvenes de la Preparatoria 6 no fue menor al ver por los pasillos de su plantel a nuestro rector. Al principio muchos estudiantes dudaban en acercarse, no atinaban cómo actuar. El rector viene con un montón de gente y directivos, la verdad es que no sabía si pedirle una foto, señaló Alex, estudiante de quinto año, quien fue de los primeros en pasarle su teléfono móvil a un compañero para fotografiarse con Narro.

Los acordes de la canción I will survive se interrumpieron cuando Narro apareció. Intuyo que este es un salón de música, dijo a unos veinte jóvenes que con saxofones y trompetas ensayaban la melodía que se convirtió en todo un éxito en la voz de la cantante Gloria Gaynor a finales de los años 70.

¿Se toma una foto conmigo señor rector? fue la frase más escuchada entre los jóvenes que cada vez en mayor número se acercaban a Narro, quien dio tiempo y espacio a todos los alumnos que le pedían un consejo, la fotografía, la mano o el apoyo.

Con cada grupo que se detenía, el rector de la UNAM daba el mismo mensaje: El éxito no es el dinero, no crean eso. Disfruten lo que es ser joven y disfruten a la Universidad. Estudien, esa es su tarea principal, pero recuerden que no lo es todo en la vida. También vayan al teatro, a conciertos, al cine, tengan novio, cuídense y respétense mucho. Les recomendó leer El Baile, de Irène Némirovsky.

Eugenia e Itzel, alumnos de quinto año, emocionadas presumían a sus amigas su fotografía con Narro.

– ¿Qué sienten al ver al rector en su escuela?, se les preguntó. Mucha emoción y es más padre tener una foto con él, dijeron ambas.

Al final del recorrido, Narro aseveró que si todos los jóvenes mexicanos pudieran estudiar en escuelas como las de la UNAM, México sería muy diferente y estaría en la ruta de la superación. Por ello, reiteró su llamado a incrementar la cobertura en los niveles medio superior y superior, pues, recordó que en el país más de una tercera parte de jóvenes en edad de asistir al bachillerato no tienen acceso a éste, y a más de dos tercios de los que pueden ingresar a licenciatura, no tienen esa oportunidad.

La sociedad mexicana tiene una deuda con su juventud, la educación y atención para este sector es una asignatura que no hemos aprobado. Necesitan educación, pero no nada más aulas, pizarrones y pupitres; educación es muchas más cosas: la alberca, la esgrima, la clase de música, de danza, de teatro, el espacio para poder socializar, interactuar, hablar con los profesores.