Redita Alfaguara La multitud errante, novela de la escritora colombiana
“La humanidad siempre ha estado en camino y ninguna migra impedirá el desplazamiento”
Se debe empezar a romper los esquemas que hacen de la droga un negocio arrasador, afirma
Martes 9 de noviembre de 2010, p. 5
Los países como Estados Unidos que intentan frenar la migración son los que, al final, van a perder, porque están parados de espaldas a la historia, pues la humanidad, desde tiempos bíblicos, ha sido errante
, afirma la escritora Laura Restrepo (Bogotá, 1950).
Guerra, amor y desplazamiento se entrelazan en su novela titulada, precisamente, La multitud errante (escrita en 2001 y que ahora redita Alfaguara), historia que la narradora llama pequeña parábola
de lo que es la migración: abandonar el terruño para salir a buscar un lugar donde la vida sea posible
.
En entrevista con La Jornada, Laura Restrepo explica que le interesaba describir esa situación “en la que se pasa de ser alguien en medio de su comunidad, con sus muertos enterrados en ese lugar, su familia, rodeado por una cadena de solidaridad, a estar en un sitio en el que a partir del lenguaje todo le es ajeno, en el que se tiene, inclusive, otro color de piel por el cual se le puede señalar con facilidad.
“Pero si la historia la haces solo en cuanto a recorrido geográfico, queda plana. Todo desplazamiento es un doble viaje: uno hacia afuera, por el territorio, y otro hacia dentro, por el interior de tu persona. El viaje interno es casi más fuerte que el físico.
Por eso mis personajes viven una historia de amor que también es un recorrido. Por un lado está la multitud errante a la que hace alusión el título del libro y en contravía las personas que van persiguiendo el amor.
La escritora considera que México está metido en un proceso de desplazamiento brutal, es un gran drama
, pero reitera que no hay fronteras que puedan contener ese tránsito hacia el norte, “por dura que sea la situación del emigrante. Van a perder aquellos que intentan protegerse de cualquiera que hable distinto o que tenga otro color de piel.
“Hay una sobrevaloración del sedentarismo, la humanidad siempre ha estado en camino, nadie para la decisión de las personas de llevar a sus hijos a un lugar donde puedan crecer. No hay migra que pueda frenar eso, es bueno que lo vayan sabiendo.”
Añade que la violencia es el gran motor del desplazamiento, una herida que en el país se está abriendo a un ritmo acelerado. Crece al igual que todo el esquema de la venganza, que es el multiplicador tremendo de esta guerra
.
Resquebrajamiento
Laura Restrepo es firme cuando señala que “cualquier medida contra el narcotráfico son baños de agua tibia, mientras no se plantee la legalización del consumo de drogas pues, evidentemente, es un negocio generado por la prohibición.
“No hay salida si se piensa que el problema de las mafias es de narcotráfico. Es decir, la droga no tiene la culpa, los objetos nunca tienen la culpa, es solo generar un fetiche.
“Se trata de un problema de relaciones humanas, de un sistema de corrupción, de generación de ejércitos al margen del ejército estatal que producen un tráfico de cuanta cosa esté prohibida. Ahí va a estar el problema aunque se quite a la droga de enmedio: tráfico de niños, trata de blancas, corrupción estatal.
“Estamos perdidos –advierte Laura Restrepo– si seguimos pensando que la droga es el problema. Hay que empezar a romper todos esos esquemas que hacen que ese negocio sea tan arrasador. Solamente la construcción de verdaderas democracias va a acabar con el problema.
“Pero han vaciado de contenido la palabra democracia, que ya se usa para cualquier cosa: se puede armar un ejército mercenario y utilizarlo para invadir Irak y seguir siendo una democracia sin que nadie respingue.
“Hay un montón de señores de la guerra con sus ejércitos privados, dividiendo territorios, fraccionando la nación, diciendo ‘no entren a Michoacán porque es muy peligroso’. Se les está desintegrando el país y ese en un problema de democracia.
“La defensa de la vida de los ciudadanos es una obligación de la democracia, garantizar su seguridad. Pero si en países como los nuestros, los ciudadanos tienen ya miedo de que los hijos regresen solos a la casa de la escuela, es que la democracia se está resquebrajando.
Además de que no hay una defensa de la soberanía, porque se está sometido a dictámenes de Estados Unidos, que parten de una hipocresía absurda que los acusa de haber fomentado el narcotráfico y que lo han utilizado para financiar sus guerras. Al mismo tiempo, exigen un sacrificio masivo, como el que no vieron ni los aztecas, en el que nos tenemos que morir todos porque hay que estar peleando contra la mafia.