Cincinnati, 8 de noviembre. Apenas con lo suficiente, Mike Wallace y los Acereros vencieron dramáticamente 27-21 a los rivales de división Bengalíes de Cincinnati, en la noche de lunes de NFL, la cual estuvo repleta de artificios y oportunidades perdidas, pero Pittsburgh apeló a su mejor arma: una defensiva demoledora que al final dio resultado.

James Harrison y Ryan Clark prácticamente arrebataron el ovoide de las manos de Jordan Shipley casi en la yarda cinco, en la última jugada de Cincinnati, con lo que aseguraron la victoria.

Iban muy arriba los Acereros, pero estuvieron a punto de dejar escapar una victoria que parecía asegurada en los tres primeros cuartos del juego, en el Paul Brown Stadium de Cincinnati.

Ambos equipos tenían cuentas pendientes: en la temporada pasada, cuando Pittsburgh era el líder de la Conferencia Norte y tenía marca de 6-2, parecía imparable, hasta que se enfrentó a Bengalíes, que le asestó la primera de cinco derrotas consecutivas, que lo dejó prácticamente fuera de la campaña.

Con ese antecedente, el equipo del entrenador Mike Tomlin buscaba la revancha frente a Cincinnati, cuyo récord de 2-5 lo coloca como uno de los peores equipos de la AFC, muy lejos del nivel con el que conquistó la división el año pasado.

Pittsburgh (6-2) otra vez está en la cima, que comparte con Baltimore. Los campeones defensores Bengalíes (2-6) están en último lugar, después de su quinta derrota al hilo.

Pittsburgh jugó tres cuartos con el control absoluto, sumado a los errores de Bengalíes, y en el cuarto periodo Antwaan Randle lanzó un pase de anotación de 39 yardas, en una jugada de engaño, para colocarse 27-7. Acereros también obtuvo puntos preparados por un balón suelto, una patada de despeje bloqueada y un gol de campo errado.

Todo se complicó cuando Palmer ayudó a Cincinnati gracias a una jugada muy extraña, con un pase a Benson que fue desviado, pero el corredor logró una atrapada extraordinaria para ganar 16 yardas en la tercera oportunidad. La única recepción de Chad Ochocinco puso el ovoide en la yarda 12.

En cuarta y cinco, Palmer vio a Shipley abierto por el centro del campo, buscó la opción que parecía modificaría el marcador, pero dos defensivos de Acereros interceptaron al receptor para zafarle el ovoide y terminar el encuentro de manera cardiaca.