La Fed debe tomar en cuenta el crecimiento global, afirman
Martes 9 de noviembre de 2010, p. 27
Nueva Delhi, 8 de noviembre. Durante su viaje a India, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió la medida de la Reserva Federal (Fed) de emitir 600 mil millones de dólares para comprar bonos del Tesoro, luego de que autoridades chinas redoblaron sus críticas antes de la cumbre de esta semana del Grupo de las 20 economías líderes.
El encuentro del G-20 se ve como una oportunidad para que los líderes de los países que representan 85 por ciento del producto mundial eviten que se extiendan las guerras de divisas
y se conviertan en una ola de proteccionismo que podría poner en peligro la recuperación global.
También en Nueva Delhi, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, informó que China apoya un plan del G-20 para requilibrar la economía global, y sostuvo que espera un amplio consenso sobre el particular en la cumbre de líderes.
Rusia se cuadró con China de cara a la cumbre del G-20 y dijo que Estados Unidos debería consultar a otros países antes de tomar medidas como la inyección de 600 mil millones de dólares en su economía, pero se abstuvo de señalar que la decisión haya sido un error.
La cumbre se ha visto empañada por los desacuerdos entre los países del G-20 sobre la decisión de la Fed, que podría inundar a las economías emergentes con flujos de capital especulativo, creando nuevas burbujas de activos.
China ha manifestado públicamente su descontento con la política de la Fed, que el presidente estadunidense Obama defendió en India. Afirmó que las medidas de la Fed para impulsar el crecimiento de Estados Unidos deben tomar en cuenta también el crecimiento global.
Obama ha sido criticado hasta en casa. El presidente de la Fed de Dallas, Richard Fisher, aseguró que la decisión de inyectar ese monto multimillonario es una medida riesgosa que sólo puede tener éxito si los legisladores enfrentan las raíces de los males regulatorios y fiscales de la economía.
Funcionarios de Alemania, Brasil y Sudáfrica se sumaron a las expresiones de malestar por la decisión de la Fed, con el argumento de que imprimir más dinero puede debilitar el dólar, impulsar el aumento de los precios de las materias primas y enviar a los mercados emergentes olas incontrolables de dinero de los inversionistas.
En un reporte elaborado para los ministros que participarán en la ronda del G-20, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) expuso que el desempleo en el área del grupo es de cerca de 8 por ciento del total de la fuerza e trabajo y puede crecer fuertemente.
En un mensaje previo a la cumbre de Seúl, la OIT instó a los países del G-20, donde la generación de fuentes de trabajo ha sido débil, a poner más atención
en las políticas de empleo productivo y crecimiento con alto coeficiente del mismo
.
En un esfuerzo conjunto la OIT, con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) anunciaron que unirán fuerzas para respaldar la generación de más y mejores empleos, pues pese a que durante la última década han crecido las agroexportaciones, la situación precaria de los trabajadores subsistió en la última década. Dichos organismos expusieron que más de 50 por ciento de la población rural de América Latina es pobre y sólo se podrá superar esta situación mediante la generación de trabajo decente en el sector agrícola de la región.