Martes 9 de noviembre de 2010, p. 7
A pesar de que desde el fin de semana se confirmó la identidad de 18 de los 20 michoacanos secuestrados en Acapulco –y después asesinados e inhumados clandestinamente–, apenas ayer la Presidencia de la República emitió un comunicado en el cual transmite las condolencias de Felipe Calderón y menciona que la Procuraduría General de la República (PGR) ha ejercido ya la atracción del caso y trabajará en coordinación con sus similares de Michoacán y de Guerrero.
Al mismo tiempo, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, aseguró que “los constantes y cotidianos hechos de violencia, que incluyen ejecuciones y balaceras en las calles de nuestra ciudad, están incrementando los niveles de miedo en la población y tienden a inhibir las actividades sociales y comunitarias”.
Aseguró que en Acapulco estamos pasando por un momento crítico con esta escalada de violencia sin precedente
y añadió que el miedo estacionado en las conciencias nos hace más vulnerables aún, pues no es más que un método de control social en manos de los criminales
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En el comunicado de la Presidencia también se ratificó el compromiso del Ejecutivo para esclarecer estas acciones y llevar ante la autoridad a los responsables de haberlas cometido.