Durante la ceremonia de inauguración de la 90 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) los obispos manifestaron al presidente Felipe Calderón estar preocupados por la situación de violencia que enfrenta el país y el impacto que genera en la población y en general en la convivencia social.

Le refirieron también que la responsabilidad de sacar adelante al país, en medio de la actual situación es de todos los sectores, incluida la iglesia y sus ministros, y en tal sentido le expresaron su apoyo.

La reunión se realizó en la sede de la CEM en Cuautitlán Izcalli, estado de México, y comenzó cerca de las 19:30 y concluyó a las 21 horas. Posteriormente Calderón, quien estuvo acompañado de su esposa Margarita Zavala, cenó con los cerca de 130 jerarcas que asisten a la asamblea, a la que además acudieron el titular de la Secretaría de Gobernación, Francisco Blake Mora; René Centeno, subsecretario de Gobernación, y Paulo Tort, director de Asuntos Religosos de esa dependencia.

En la inauguración, Carlos Aguiar Retes, presidente de la CEM, hizo referencia en su discurso a las dos cartas pastorales emitidas por la conferencia, que aluden de forma directa a la situación que enfrenta el país. Citó lo expuesto en la carta Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna y la de septiembre pasado sobre el bicentenario de la Independencia denominada Conmemorar nuestra historia desde la fe, para comprometernos hoy con nuestra Patria.

Quiero expresarle a usted, señor presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, que la Iglesia de la que usted forma parte es una institución aliada con el gobierno que usted dignamente preside, en la responsabilidad de forjar una sociedad que viva y respete los derechos humanos fundamentales a partir de la educación de los ciudadanos en la dignidad de la persona humana. Por ello, cuente con nosotros en la edificación de una patria ordenada que sea digna morada para todos sus habitantes, afirmó Aguiar.

Quien no asistió fue el cardenal Norberto Rivera Carrera, pues la noche del domingo tuvo una afección del apéndice y fue intervenido quirúrgicamente en el hospital Ángeles del Pedregal, reportaron fuente eclesiásticas.

Calderón manifestó a los obispos que en efecto, México enfrenta importantes desafíos, pero también ha demostrado que con unidad los mexicanos sabemos salir adelante y superar los problemas, entre ellos la inseguridad.

Subrayó que para remontar la situación actual “es fundamental que sociedad y gobierno sigan trabajando juntos en la lucha contra el crimen organizado, en el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas, así como en el mejoramiento de nuestros sistemas de procuración de justicia, y de principios y valores para una mejor convivencia social.

También Calderón les manifestó que su gobierno trabaja a diario para impulsar el desarrollo económico del país con el manejo responsable de las finanzas públicas e invirtiendo en infraestructura para atraer inversión productiva y generar los empleos que requieren los mexicanos.

El nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, habló de la necesidad de la razón en el diálogo y del pensamiento para generar los procesos de cambio que demanda la época actual.

La reunión fue privada y desde el domingo el Estado Mayor Presidencial desplegó un fuerte operativo de seguridad para resguardar las instalaciones de la CEM. Incluso impidió el ingreso de algunos integrantes de las oficinas de comunicación social de instancias eclesiásticas.

Ésta es la segunda ocasión que Felipe Calderón asiste a una asamblea de CEM. En noviembre de 2008 también acompañó a los obispos en su reunión de noviembre.

En esta reunión, que terminará el viernes próximo, los obispos abordán el tema de la misión continental para que los fieles católicos en el país respondan como discípulos y misioneros de Cristo ante las circunstancias actuales.

En medio de la guerra contra el crimen organizado que el Ejecutivo ha declarado al narcotráfico y al crimen organizado –la cual ha generado miles de pérdidas humanas–, los obispos deberán discutir entre ellos también esta situación, la cual ha afectado diocesis y arquidiócesis, particularmente las que tienen mayor actividad del narcotráfico.