Después de tres años de haber ocurrido el accidente de la plataforma Usumacinta, en el Golfo de México, que costó la vida de 22 personas, tras la explosión del pozo Kab 121, la Procuraduría General de la República (PGR) continúa con las investigaciones, mientras que Petróleos Mexicanos (Pemex) determinó reservar la información por tres años a partir de junio de 2010, revelan informes oficiales.

Entre las razones expuestas por Pemex para no hacer público el presupuesto y costos de construcción y mantenimiento del pozo Kab 121, los costos de administración y seguros y otros gastos de operación, argumentó la paraestatal, está que la segunda agencia investigadora del Ministerio Público Federal, dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR) no ha emitido determinación alguna respecto de la comisión de algún delito y la probable responsabilidad de alguna persona, además de que tampoco existe sentencia, después de tres años de ocurrido el accidente.

Aunque Oceanografía, presuntamente vinculada a los hermanos Bribiesca Sahagún, no tuvo relación directa con el incidente, dado que la plataforma Usumacinta era propiedad de Perforadora Central, Oceanografía fue beneficiada en una licitación por un monto de 351 millones de pesos, para realizar la inspección estructural de plataformas marinas ubicadas en la sonda de Campeche, en el Golfo de México, con vigencia desde el 8 octubre de 2007 a diciembre de 2010.

Mala evaluación

Después del accidente, que comenzó con una fuga el 23 de octubre de 2007 y concluyó con la primera etapa de control de pozo Kab 121, el 16 de diciembre de ese año, Pemex contrató a la empresa internacional de ciencia y tecnología Battelle para que realizará la investigación.

La indagatoria concluyó que los fuertes vientos y las olas provocaron la oscilación de la plataforma Usumacinta y, el cantilever de la plataforma golpeó el árbol de válvulas del pozo Kab-121, lo que causó una fuga de aceite y gas.

Trabajadores de Pemex iniciaron la evacuación de 73 trabajadores de la plataforma Usumacinta utilizando dos botes salvavidas (Mandarinas). Sin embargo, ante el pánico, agregó, se abrieron las escotillas de las embarcaciones, hecho que provocó la muerte de 20 trabajadores y dos miembros de otra tripulación durante la operación de rescate, lo que ocasionó en total la muerte de 22 personas.

Battelle especificó que entre los factores que contribuyeron a la tragedia destaca que la tormenta no fue evaluada correctamente y que la válvula de seguridad no funcionó de manera apropiada.