Buenos Aires 11 de noviembre. Los juicios contra los responsables de delitos de lesa humanidad cometidos durante la pasada dictadura (1976-1983) que avanzan en toda Argentina, están aportando una cantidad de nuevas pruebas y testimonios invaluables, estableciendo las responsabilidades políticas, judiciales y mediáticas en el terrorismo de Estado impuesto y que dejó el trágico saldo de treinta mil desapariciones forzadas y otros crímenes contra la humanidad.

En lo que va de este año han sido condenados 39 militares y policías, entre ellos varios jefes. Diez juicios se cerraron y siguen abiertos otros doce y se calcula, que otros serán abiertos próximamente.

Se juzga en estos momentos a 130 acusados, todos de alto nivel en el entramado militar de entonces, y se llevan adelante las llamadas megacausas.

Especialmente están referidas a los juicios orales de la Escuela Superior de Mecánica de la Artmada (Esma), que junto con Campo de Mayo, a cargo del ejército, conforman los sitios de detención torturas y exterminio más grandes del país.

En los listados, el número de imputados que se juzgarán en los próximos juicios es de 783. La Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las causas por violaciones a los derechos humanos, dependiente de la Procuraduría General de la nación dio a conocer que de 145 juzgados, se condearon a 131 y el resto fue absuelto. Aumentó así el número de procesados que el año pasado alcanzaba 634 y se logró el aceleramiento de los procesos, a pesar de obstáculos impuesto en varios casos por magistrados afines a la pasada dictadura.

En Córdoba y Mendoza fueron ejemplares las medidas tomadas al conocerse los vínculos de algunos jueces con la pasada dictadura.

Entre las cifras conocidas se sabe ahora que 166 acusados que fueron o están siendo juzgados en procesos orales este año representan un 461 por ciento más que en 2009, la cifra más alta desde que se reimpulsaron los juicios.

Otro dato importante es que de 783 procesados registrados por esa misma unidad fiscal 377 ya tienen al menos una causa elevada a juicio oral.

Más de mil son los procesados hasta noviembre de este año. En uno de los juicios más importante por violaciones a los derechos humanos cometidos en los centros clandestinos de detención se unificaron las causas de El Vesubio, Club Atlético, el Banco y el Olimpo, todo ellos en esta capital, por donde pasaron miles de detenidos.

Uno de los más seguidos juicios es el de Automotores Orletti, donde han testificados víctimas y familiares de los extranjeros desaparecidos aquí, especialmente uruguayos. Son impactantes los nuevos datos conocidos que permiten hilar fino en los laberintos del horror de aquellos años.Orletti es un símbolo de lo que fue la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras en el Cono Sur, por medio de la cuál se intercambiaban informaciones y prisioneros o iban equipos de algunos países a torturar e interrogar in situ a los detenidos- desaparecidos, o se cometían asesinatos en conjunto.

No es el único centro clandestino por donde pasaron víctimas de Cóndor, pero Orletti fue una síntesis de lo que significó la actividad mafiosa y el terrorismo de Estado. Allí desaparecieron argentinos, uruguayos, chilenos, dos diplomáticos cubanos, bolivianos, paraguayos.

Otro de los juicios claves ha sido el de Margarita Belén en la provincia del Chaco, y también lo que pudo descubrirse en el caso del Centro clandestino que funcionó en la Dirección de Investigaciones de la Policía de esa Provincia y lo mismo sucede en Tucumán.

En Córdoba el juicio en el que comparece el dictador Jorge Rafael Videla y una de las figuras más emblemáticas como fue el general Luciano Benjamín Menéndez es uno de los que más prensa convocó, junto con el proceso en que se investigó lo actuado en el Servicio Penitenciario de la Unidad 9 de La Plata, provincia de Buenos Aires, por donde desfilaron testigos, entre ellos varias personalidades, como el Premio Nóbel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel.

La reciente muerte del ex dictador Emilio Masera dejó una profunda herida y sensación de impotencia en organismos de erechos humanos y aunque en dos oportunidades fue condenado, el poderoso ex jefe de la Marina se llevó muchos secretos a la tumba y logró evadir la justicia aquí y en el exterior en los últimos tiempos, por su enfermedad.

Ante esta situación un cuerpo de médicos enviados por la Corte Suprema de la Nación a la provincia para confirmar que todos los imputados por casos de secuestros, torturas, homicidios y desapariciones puedan estar presentes en el juicio que comienza el 17 de noviembre próximo. Atentos al “efecto Massera, como se le llama al tiempo perdido –e irrecuperable en ese caso- cuando se impusieron las leyes leyes de Obediencia Debida y Punto Final (1986-87), recién derogadas bajo el gobierno del ex presidente Néstor Kirchner, los indultos de los años 90, también anulados en este período histórico y las maniobras dilatorias que se han sucedido, como en el caso de la búsqueda de la identidad de los hijos adoptados por la dueña del Diario y el Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, y otro similares, ahora se trata de estar alerta y hacer que finalmente la justicia se imponga.