Dallas, 12 de noviembre. El filipino Manny Pacquiao (favorito 3-1) estará buscando algo más que fama, títulos y bolsa millonaria cuando enfrente la noche de este sábado al mexicano Antonio Margarito, quien tratará de redimirse de acciones que le han colocado como el villano de la película.

Con el título superwélter vacante del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) sobre el entarimado del estadio de los Vaqueros de Dallas, Pacquiao peleará por un octavo cinturón mundial en igual número de divisiones, algo sin precedentes.

Es por eso que hice mi mejor esfuerzo en los entrenamientos. Este será otro récord en el boxeo y tengo que estar en condiciones de ganar. Será una pelea muy importante en mi carrera, expresó el filipino, quien se llevará una bolsa millonaria, cuyo monto no se ha fijado exactamente pero se calcula por encima de los 10 millones de dólares, aunque algunas versiones hablan de una bolsa mínima de 15.

Pero el pugilista mira más lejos. Tras convertirse en diputado en su país, apunta a la presidencia en un periodo de 10 años, según sus propias confesiones. Sabe que la fama es un producto mediático y por eso ha contratado a un equipo de filmación que se encargará de realizar un documental sobre su eventual triunfo ante Margarito.

Gane o pierda sus fanáticos verán la cinta como la historia del David filipino que se atrevió con el Goliath mexicano. Y eso quedará en la memoria a la hora de enfrentar a candidatos de mayor aval político en la contienda electoral en Filipinas.

En el aspecto boxístico, Pacquiao dijo que intentó ganar peso: Trato de subir a 147, 150 y 154 libras para ganar corpulencia, pero mi velocidad se ha ido. Mi peso regular en los entrenamientos ha sido 142.

Este día en el pesaje el Pacman registró 144.6 libras, mientras el Tornado de Tijuana pesó 150, el límite establecido para la contienda.

Pesé poco porque es parte del entrenamiento. Comí esta mañana un huevo con pan. No pude ganar más peso porque no quería perder velocidad, que será el gran factor en esta pelea, señaló el asiático.

En la otra esquina, Margarito replicó: Él tendrá la velocidad, pero yo tengo el poder para derrotarlo. Llegó la hora y no hay pretexto. Estoy mejor que nunca. Vine a ganar.

Pacquiao ha sido el único boxeador con títulos en siete divisiones distintas: mosca, supergallo, pluma, superpluma, ligero, superligero y wélter, y este sábado va por la octava, lo cual parecía imposible en el pugilismo.

El mexicano, con 1.80 metros de estatura, será el rival más alto que ha enfrentado Pacquiao (1.69) en toda su carrera. El tijuanense también tiene más alcance en los brazos (1.85 metros) por 1.70 del filipino.

Aunque el límite de la pelea es hasta de 150 libras, a la hora del combate Margarito subirá cercano a su peso natural de 160 libras, mientras Manny, incluidos guantes y zapatillas, apenas rozará las 153.

Pacquiao, de 31 años, tiene récord de 51 victorias, 38 por nocaut, tres derrotas y dos empates, mientras Margarito, un año mayor, ostenta foja de 38-6, con 27 nocauts.

Para el mexicano esta será su oportunidad de redimirse de errores que han mellado su prestigio profesional y humano. En enero de 2009 se le encontró una sustancia ilegal parecida al yeso en el vendaje de sus manos, momentos antes de una pelea contra Shane Mosley en Los Angeles, la cual perdió por nocaut.

Tras cumplir la revocación de licencia de un año peleó en México en mayo pasado bajo las órdenes de su actual entrenador, Robert García, pero no recibió permiso para enfrentar a Pacquiao en Los Ángeles o Las Vegas.

Las autoridades de Texas solventaron el problema habilitando su licencia para ese estado y eso le dio luz verde para la pelea contra Pacquiao y la bolsa de 3 millones de dólares que recibirá.

Hace unos días, escribió otro episodio negativo al aparecer en un video en Internet burlándose e imitando el mal de Parkinson que padece Freddy Roach, entrenador de Pacquiao.

Trato de no detenerme en lo negativo. Sé que la gente se hará preguntas, pero ahora en lo único que estoy concentrando es en esta pelea. Todo quedó en el pasado, expresó Margarito.