El titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks, respondió a los científicos que acusan que se les excluyó del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y que hay vicios en la conformación de las ternas evaluadoras. En el primer caso –aseveró–, se trata de un número menor a los 7 mil 800 expedientes evaluados este año.

Es muy respetable la expresión de 25 o 40 personas, pero es un porcentaje muy bajo respecto al total de aspirantes, indicó. Sobre los señalamientos, dijo que son inexactos, incompletos, aleatorios y pocos fundados, y se pronunció por la crítica informada, libre y propositiva.

A mediados del mes pasado, varios académicos denunciaron que debido a un sistema amañado y pervertido en los mecanismos de evaluación y por la insuficiencia de recursos económicos, más de 300 miembros de alto nivel de las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana y Autónoma Chapingo, así como del Instituto Politécnico Nacional serán echados del SNI en enero próximo, de acuerdo con las listas preliminares elaboradas por el Conacyt. Asimismo, la semana pasada 29 investigadores denunciaron violaciones al reglamento para integrar las ternas de las comisiones dictaminadoras encargadas de evaluar a sus pares, lo cual –dijeron– desalienta la participación y genera grandes dudas respecto de la transparencia en el organismo.

Cuestionado sobre estas quejas –tras su participación en la 35 sesión del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines, realizada hace unos días en Toluca–, Romero Hicks subrayó que nunca en 26 años (de existencia del SNI) ha habido un límite presupuestal por el número de miembros.

Hizo hincapié en que este sistema cuenta con la evaluación de pares académicos propuestos por la misma comunidad científica, mismos que son nombrados tras consultar a los investigadores.

Sin embargo –dijo–, la movilidad y los ascensos de categoría en los cuatro escaños del SNI (candidato y niveles uno, dos y tres) son muy bajos. De los 16 mil 600 miembros actuales, la parte principal se concentra entre aspirantes, con 3 mil 48, y nivel uno, 8 mil 972. En los niveles dos y tres existen 3 mil 172 y mil 408 miembros, respectivamente. En el uno es donde se presenta la menor movilidad y en ocasiones la deserción o el reingreso. El 25 por ciento de los miembros de ese escaño están ahí desde su ingreso, lo que representa un reto para hacer que no deserten y tengan posibilidades de movilidad.

Estimó que tras las evaluaciones realizadas en 2010, el año próximo el número de investigadores en este sistema será de al menos 17 mil 700, pues aún existen procesos pendientes de revisión que podrían incrementar la cifra.

El reglamento del SNI asienta que los científicos que estén inconformes con el resultado puedan solicitar la revisión de su evaluación. Si alguna persona, como las que se han expresado, en público o privado, introduce un recurso, el propio sistema tiene capacidad de autocorrección, señaló.