resumida por Los Pinos y sus jilgueros como un éxito sin precedentes, la generación de empleo formal en lo que va del año se desinfla cuando se contextualizan los resultados, es decir, al analizar el periodo íntegro desde el reconocimiento oficial (octubre de 2008) de que el pronosticado catarrito económico se trataba, en realidad, de la mayor crisis en ocho décadas. Así, independientemente de la elevada tasa de desocupación oficialmente reconocida, las cifras históricas en los hechos se traducen en la reducida creación de puestos de trabajo en el sector formal de la economía: poco más de 256 mil a partir del décimo mes de 2008.

La situación real en el sector laboral dista mucho del inagotable triunfalismo propagandístico de Los Pinos. Pero no sólo en el mexicano, sino en el estadunidense, la cómoda válvula de escape del gobierno nacional para la deficitaria creación de plazas de trabajo en el mercado interno. Cuando menos así lo registra el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, y obviamente lo sufren las víctimas permanentes del modelo económico: la mayoría de los habitantes de este país. Ante este panorama, los indicadores del ciclo económico en México, los anuncios de las autoridades monetarias del vecino del norte y la persistencia de problemas estructurales, tales como la restricción del crédito o el elevado desempleo, revelan el temor de que una vez pasados los efectos estacionales propios del cierre de año, cuando el consumo deje de impulsar la economía en su conjunto, se presente una desaceleración.

El citado centro de estudios refiere que si bien el incremento septiembre-octubre en el número de trabajadores es el más alto desde el comienzo de la crisis, en octubre de 2008, este valor corresponde a lo observado en años anteriores, pues durante el décimo mes de cada año generalmente se observa el mayor crecimiento del empleo. Asimismo, el análisis de la serie histórica revela que el crecimiento en octubre de 2010, después de dos años de recesión, es menor al crecimiento en octubre de 1996, fecha que también sucedió a dos años de una fuerte crisis económica.

Al cierre de octubre pasado, el número de trabajadores permanentes ascendió a 12 millones 861 mil 713, reflejando con ello un incremento, en lo que va del año, de 547 mil 918 cotizantes y un crecimiento a tasa anual de 4.24 por ciento. Por su parte, los trabajadores eventuales urbanos totalizaron en octubre de este año un millón 870 mil 457 personas, esto derivado de un incremento de 302 mil 971 personas, en lo que va del año y con un crecimiento a tasa anual de 13.88 por ciento, lo cual refleja una dinámica de fuerte crecimiento del empleo eventual.

Por rama de actividad económica, las principales mejoras se observaron en el sector comercio, que aportó un incremento de 38 mil 135 personas, destacándose el grupo de tiendas de autoservicio y departamentales, con un crecimiento en el empleo de 18 mil 631 empleados. La industria manufacturera añadió 26 mil 291 trabajadores, mientras el área de servicios para empresas hizo lo propio con 21 mil 361 puestos de trabajo. Finalmente se destaca que, si bien durante este mes el sector de la construcción añadió 17 mil 566 empleos, el número de trabajadores en el sector aún es menor en 28 mil 710 personas al registrado, antes de la crisis en octubre de 2008, sin olvidar el permanente crecimiento de la ocupación en el sector informal de la economía.

Lo anterior, por el lado del mercado interno. Por el de la tradicional válvula de escape, el CEFP detalla que las cifras oficiales del gobierno estadunidense revelan que durante octubre la tasa de desempleo nuevamente fue de 9.6 por ciento, proporción que ha permanecido esencialmente sin cambio desde mayo. De igual manera el número de personas desempleadas registró pocos cambios situándose en 14.8 millones. Sin embargo, el número de desempleados de largo plazo, es decir, aquellos que han permanecido más de 27 semanas sin trabajo, aumentó en 83 mil personas para situarse en 6.2 millones, con lo cual se revirtió la mejora observada en septiembre; cabe resaltar que este conjunto de personas en paro equivale al 41.8 por ciento de los desempleados totales.

Por sectores de actividad económica los mayores incrementos en el vecino del norte se observaron en los servicios temporales de apoyo a la industria, que agregaron 35 mil trabajadores, entre los que se incluyen 8 mil empleos en el sector de servicios informáticos. Por su parte, los servicios de la salud agregaron 24 mil puestos de trabajo, las tiendas de ventas al menudeo 28 mil y la minería 8 mil. En contraste, se perdieron 26 mil empleos en el sector turístico y de la recreación y 7 mil en las industrias manufactureras. Además, se reportó que el sector gubernamental, el financiero, la industria de la construcción, las ventas al mayoreo y los transportes no sufrieron cambios relevantes.

La encuesta en hogares reveló que durante octubre 2.6 millones de personas se encontraban marginalmente incluidas en la fuerza laboral, cifra que mostró un alza respecto al año previo, cuando 2.4 millones de personas que deseaban y se encontraban dispuestas a trabajar no se encontraban incluidas en la fuerza laboral. Entre estas personas incluidas marginalmente en la fuerza laboral se encontraban 1.2 millones de trabajadores desalentados, cifra mayor en 411 personas respecto al mismo mes de un año antes. Estas personas dejaron de buscar empleo porque declararon que no existen posibilidades disponibles para ellos luego de que durante más de 12 meses realizaron solicitudes sin éxito.

Dicha situación refleja que, derivada de la recesión, continúa en proceso una recomposición estructural del mercado laboral estadunidense, con lo cual millones de trabajadores están dejando la fuerza laboral, pues sus capacidades no son absorbidas por el mercado. Preocupa sobremanera la situación de los jóvenes, que padecen una tasa de desempleo de 27.1 por ciento.

Las rebanadas del pastel

Enrique Coppel Luken, propietario de los almacenes que llevan su primer apellido, hace su mejor esfuerzo por ingresar al salón de la impunidad empresarial, junto a Germán Larrea (Pasta de Conchos), los familiares de Margarita Zavala y Eduardo Bours (guardería ABC de Hermosillo) y tantos otros hombres de negocios. Por ello ordenó a los directivos de su empresa hostigar a las familias de las seis jóvenes empleadas que murieron asfixiadas en el incendio de una de sus tiendas en la capital sinaloense para que acepten apoyo económico y se desistan de acciones penales contra esta firma comercial (La Jornada, Javier Valdez Cárdenas).

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