San Cristóbal de Las Casas, Chis. 14 de noviembre. Una recomendación moral es muy importante para que se repiense la posible liberación de otros implicados en el caso Acteal, manifestó el obispo Felipe Arizmendi al saludar la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual aceptó revisar el caso de los 45 indígenas asesinados el 22 de diciembre de 1997.

Si las instancias nacionales son rebasadas deben ayudar las internacionales, y todos tenemos que seguir luchando por la justicia sin doblar las manos nunca, enfatizó el prelado; sin embargo, hizo notar que la CIDH no tiene facultad de coerción jurídica y su intervención sólo será punto de referencia para esclarecer la matanza.

Arizmendi se pronunció este domingo, luego de que el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas dio a conocer el jueves la admisión del caso, seis años después de que se interpuso la solicitud, lo cual dará lugar a una revisión de los elementos aportados por los peticionarios contra el Estado mexicano y hará que la CIDH se pronuncie sobre el fondo del crimen de lesa humanidad cometido en Acteal, Chiapas.

Las presiones internacionales ayudarán a que se repiensen las cosas, en caso de que se pretenda liberar a otros acusados, apuntó el obispo. Reiteró: todos tenemos que seguir hablando e insistiendo, sin dejar de buscar vías jurídicas, en que se haga justicia.

No descartó que el caso se vaya a presentar ante la corte de La Haya, y sostuvo que al agotarse todas las instancias aún queda el juicio de Dios, del que nadie podrá escapar, aunque la Suprema Corte de legalidad, no de justicia, diga lo contrario.