La Habana, 15 de noviembre. El presidente Raúl Castro dijo a líderes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y oficiales de los cuerpos armados que las ideas de su hermano Fidel están presentes en cada uno de los lineamientos propuestos para la reforma económica en curso.

El diario oficial Granma publicó este lunes una versión sobre la reunión de cuatro días con la cual se inició la preparación del sexto congreso del PCC, que sesionará en abril y sólo abordará un documento: el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social.

La declaración de Raúl Castro, la difusión del documento y la convocatoria al congreso, indican que la dirigencia cubana alcanzó un consenso en la nueva política económica. El mandatario aludió a esa circunstancia la semana pasada, cuando repitió, como suele, una de sus propias afirmaciones: La unidad entre los revolucionarios y entre la dirección de la revolución y la mayoría del país es nuestra más importante arma estratégica.

Desde que el mandatario expuso el 26 de julio de 2007 la necesidad de introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios, esta es la primera vez que se conoce públicamente un documento con una visión panorámica sobre la nueva línea.

Según el plan conocido, el primer paso en la preparación del congreso era la reunión de líderes, que se realizó entre el miércoles y el sábado pasado y a la cual también asistieron instructores del PCC y economistas. Todos ellos guiarán luego el proceso de discusión masiva del documento central.

En la segunda quincena de noviembre se realizarán reuniones similares, a escala municipal, para preparar a los dirigentes intermedios que encabezarán las discusiones en la base del partido y entre la población, del 1 de diciembre al 28 de febrero.

Según Granma, Raúl describió así ese mecanismo: No se trata de convencer sobre lo que está escrito en el Proyecto de Lineamientos, sino de explicar los asuntos y recoger meticulosamente todas las opiniones, porque en este proceso quien va a decidir es el pueblo. Expuso que la vida se enriquece cuando hay discrepancias, y eso también tiene que ser una máxima dentro del partido.

Sin embargo, la misma reseña citó a Castro diciendo que las medidas económicas ya adoptadas no queda más alternativa que aplicarlas y que para comprobar cómo se está cumpliendo lo establecido, hay que prepararse.

Parte de los lineamientos que se discuten ya son decisiones en marcha. En los últimos dos años se estableció el pago por rendimientos en el sector productivo, empezó la entrega de tierras en usufructo; aumentaron los precios al productor agrícola; se descentralizaron las funciones del Ministerio de Agricultura; se abrió el mercado de frutas y vegetales a la comercialización directa por particulares; se inició la formación de cooperativas de taxis y peluquerías; se autorizó la venta libre de materiales de construcción y se reanudó la expedición de licencias para el trabajo por cuenta propia (autoempleos y microempresas).

Al mismo tiempo, aumentaron los impuestos; se redujeron los subsidios a las empresas ineficientes; disminuyeron los productos en la libreta de abastecimiento alimentario; subieron progresivamente los precios del combustible y las tarifas de electricidad; se inició la restricción de recursos y el despido de trabajadores en el sistema de salud y se reorganizó la matrícula en la educación media y superior para incrementar las carreras técnicas y de oficios. Una reforma legal autorizó la venta de inmuebles a extranjeros hasta por 99 años.

En la reunión de dirigentes se conocieron nuevas medidas ya ejecutadas o en estudio. El vicepresidente del gobierno y ministro de Economía, Marino Murillo, informó que se reducirá un 20 por ciento de la asignación de combustible en la administración pública, con lo que habrá un ahorro de más de 60 millones de dólares.

El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, René Mesa Villafaña, anunció que se estudia un aumento en la tarifa del servicio de agua con el fin de disminuir gradualmente el subsidio, así como reducir el derroche.

Mesa confirmó que actualmente se pierde 58 por ciento del agua que se distribuye. Estudios previos del instituto mostraron que las fugas se deben en parte al mal estado de redes de distribución y sobre todo a las averías domésticas.