El reparto de 4 mil 400 millones de pesos del Programa Especial Concurrente (PEC) tensó la unidad en la bancada del PRI. Los diputados que representan al sector campesino, liderados por Cruz López y Gerardo Sánchez –bajo la tutela de Beatriz Paredes Rangel–, exigieron con virulencia al presidente de la Comisión de Presupuesto, Luis Videgaray Caso, la devolución de esa cifra para destinarla a proyectos productivos sin fiscalización, pero toparon con pared porque el legislador mexiquense expuso que tales recursos sí se destinarían al campo, pero a la construcción de caminos rurales etiquetados.

La desproporcionada solicitud de reasignación de 42 mil millones de pesos de la bolsa a repartir (100 mil millones) de los diputados del sector campesino propició que la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2011 se desquiciara y se prolongara hasta ayer –ultimo día del plazo constitucional–, porque el criterio central de Cruz López y Gerardo Sánchez, nuevo dirigente de la CNC, fue el de arrebatar los recursos al programa que fuere, sin importar nominación o contenido, para ensanchar la bolsa de los programas productivos que ellos controlan.

Los 100 mil millones de pesos a repartir resultaron insuficientes para cubrir los 22 mil requerimientos que recibió la Comisión de Presupuesto. Aun así, una vez que los diputados priístas encargados de participar en la división de los recursos determinaron junto a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reasignar 4 mil millones de pesos del PEC a la construcción de caminos rurales que beneficiarían a los campesinos, Cruz López y los diputados del sector agrario reaccionaron con enojo.

En la reunión plenaria recriminaron al coordinador parlamentario, Francisco Rojas, y a Luis Videgaray que esa determinación dañaba los intereses de su partido, que es el que mayor matrícula de campesinos tiene a lo largo del país.

El freno al proceso de aprobación del PEF 2011 vivió su mayo complejidad la noche del domingo. Durante el citado encuentro, Gerardo Sánchez, Julián Nazar, Oscar García Barrón, Miguel Ángel García Granados e Hilaria Domínguez solicitaron a Francisco Rojas que convocara a Videgaray al salón Verde para explicar la decisión de redistribuir los 4 mil 400 millones de pesos.

El presidente de la comisión adujo que no se recortaron los recursos al PEC; sólo se redistribuyeron al sector de construcción de caminos rurales, que son susceptibles de revisar y fiscalizar. Ese argumento propició aún mayor encono entre los demandantes del sector campesino, que solicitaban el reintegro de esa bolsa a los programas productivos que no tienen candados de fiscalización.

Sofía Castro y Margarita Liborio iniciaron la defensa de Rojas, Videgaray y el equipo económico del PRI: no es válido que de última hora se pretenda arreglar de esta forma: todos somos culpables; todo tiene que ser equitativo. ¿Ustedes creen que no se necesita más dinero a educación, salud o cultura? Otra vez ese señor, como en el año pasado, ¡nos está chantajeando! Y eso no se vale.

En respuesta, Gerardo Sánchez pretendió que la responsabilidad del pésimo manejo de los recursos económicos corresponde a la Secretaría de Hacienda. Por la tardanza en darnos los recursos, las autoridades no los entregan y se forman los subejercicios que después se destinan a los fideicomisos. Es un problema de Hacienda, no es un problema interno, ¡no es un pleito entre priístas!

Sin inmutarse, Beatriz Paredes Rangel escuchaba, y cuando mucho se arrellanaba en el asiento. Manifestó incomodidad cuando Juan Nicolás Callejas reprochó a los diputados del sector campesino: no estamos de acuerdo en que regresen esos recursos; se necesitan para caminos rurales, y no para proyectos productivos.

Francisco Rojas medió en el debate, al proponer que Videgaray se reuniera con los presidentes de las comisiones de Agricultura y Transportes, y exhortó a Cruz López a reconsiderar su amenaza de renunciar al PRI.

Entonces sí Beatriz Paredes frenó a su pupilo: los cargos de elección popular son irrenunciables, y para dejar la bancada se debe pedir licencia, que deberá ser aprobada por el pleno.

Al contrario de lo acontecido el año pasado, cuando los priístas empujaron en bloque una reasignación de casi 30 mil millones de pesos al PEC, ayer decidieron que no respaldarían a Cruz López, sus allegados y Beatriz Paredes, porque se trataba de un abuso y de la utilización electoral de los recursos dirigidos al campo.

Horas más tarde, en el salón de plenos del recinto legislativo, Cruz López se acercó a Francisco Rojas y sin mediar nada le dijo: hola, amigo Paco, mientras el coordinador del PRI hacía una mueca de desconcierto.