Desde los primeros días de este mes, la Arquidiócesis de México ha solicitado a su feligresía que aporte su diezmo económico anual para que la Iglesia capitalina cuente con los recursos necesarios para acciones pastorales de 2011.

Para este fin, los templos del Distrito Federal han comenzado a distribuir sobres con la leyenda de Cooperación Diocesana impresa, pues esta contribución debe ser distinta a otros ingresos económicos del templo, informó la arquidiócesis.

El arzobispado publicó en sus órganos de difusión que, por decreto del cardenal Norberto Rivera, la Iglesia local recaudará esta contribución para auxiliar en los recursos que las distintas instancias diocesanas necesitan.

Mediante una circular, el arzobispado precisa que el periodo de recaudación cooperación diocesana 2010 se iniciará en noviembre de este año y concluirá en febrero de 2011. Según el Código de Derecho Canónico, “la ‘cooperación diocesana’ es un derecho-deber de todo bautizado ‘de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, de modo que disponga de lo necesario para el culto divino, las obras de apostolado y de caridad, y el conveniente sustento de los ministros’”.

Constituye la aportación de por lo menos un día de salario o un día de utilidades que los fieles católicos hagan llegar a sus parroquias. Según la actualización del Decreto de Reorganización Económica de la Arquidiócesis de México de 2007, los ingresos por la cooperación diocesana serán dados íntegros a la Curia Arquidiocesana y ésta regresará a las ocho vicarías el 25 por ciento del fondo que cada una recaudó, apuntó la Iglesia local.