Corales del arrecife Alacranes, en Campeche, resultaron dañados por el aumento de las concentraciones de bióxido de carbono en el agua marina, debido al efecto del cambio climático, reportó Greenpeace en los resultados de la expedición del barco Arctic Sunrise, que va rumbo a Cancún.

Ésta es una de las evidencias de que el incremento de los gases de efecto invernadero está afectando también los ecosistemas marinos, lo cual pone en grave riesgo la biodiversidad de la región del Golfo de México, señaló.

Héctor Reyes Bonilla, científico de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, quien viaja a bordo del barco indicó que en esos arrecifes se encontró una colonia completa de corales blanqueados por el aumento de la temperatura del mar y cambios del pH.

Reportó, asimismo, que “la decoloración en el coral estrella indica la vulnerabilidad de esta especie al aumento de la temperatura superficial del mar, que altera el metabolismo de los corales y puede causar el blanqueamiento.

Esta pérdida de color de las colonias se produce a consecuencia de la muerte de las algas que viven dentro de los tejidos.

Indicó que el incremento de bióxido de carbono –uno de los gases de efecto invernadero– provoca un aumento de la acidez en los océanos del planeta y esto puede afectar significativamente los arrecifes de coral, que son como los bosques de los océanos, es decir, ayudan a regular la cantidad de bióxido de carbono en la atmósfera.

Se prevé que para el año 2050 los arrecifes del sur del Golfo de México estarán expuestos a valores de pH entre 8.41 y 8.42, esto es, entre 7 y 13 décimas menos que en la década de 1970. Dentro de sólo 20 años el pH en el Banco de Campeche será de 8.45 unidades, es decir, más ácido, señaló.

Agregó que el nivel de acidez no es lineal, por lo que la interpretación directa de los valores es difícil; sin embargo, se observa que las condiciones ácidas propuestas por nuestra proyección no aparecen en cualquier punto de la brecha entre 1970 y 2009; la acidez prevista para mediados de siglo nunca la habían experimentado los arrecifes en la historia reciente.

En esta expedición también se encontró coral amarillo, que no se había registrado antes en el Golfo de México, además del pez león, especie exótica invasiva, que es la segunda causa de pérdida de la biodiversidad en el Golfo, precisó Greenpeace.

Agregó que durante la expedición se ha obtenido información suficiente para analizar la vulnerabilidad de al menos 20 especies de corales del Golfo de México, y que ahora se llevará a cabo la evaluación de la estructura de la comunidad de los arrecifes, así como los posibles efectos de la acidez de los océanos en estos ecosistemas.