La cultura es el antídoto contra el veneno de la barbarie que aparece reflejado a diario en los medios de comunicación, sostiene el escritor Ignacio Solares, quien es uno de los 12 galardonados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010, dado a conocer anoche por la Secretaría de Educación Pública en un escueto comunicado.

Es un orgullo compartir este premio con mi gran paisano, de cuya muerte aún no me recupero: Carlos Montemayor. Más que paisano fue mi hermano; jugábamos con pistolas de juguete a los siete años, comentó el también promotor, editor y funcionario cultural chihuahuense, consultado por este diario tras difundirse la noticia.

Me une a Montemayor toda su creencia, todo lo que vivimos, su fe en un movimiento social que comparto a plenitud, más adelante afirmó categórico: “por eso lo digo abiertamente: mi periódico es La Jornada”.

Si algo distingue este año a los premios nacionales de Ciencias y Artes, el reconocimiento más importante que otorga el gobierno mexicano, es la abundante representación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el centenario de su fundación, ya que siete de los galardonados son egresados o académicos de la máxima casa de estudios.

Además de Solares, figuran el escritor Gonzalo Celorio, así como la dramaturga y directora de teatro Maruxa Vilalta Soteras, todos provenientes de la Facultad de Filosofía y Letras, quienes fueron premiados en literatura.

En historia fue reconocido Enrique Krauze, si bien sus estudios en la UNAM no son en esa especialidad, sino en ingeniería industrial; en el de ciencias físico matemáticas, Marcelo Lozada Cassou, quien cursó su doctorado en la Facultad de Ciencias.

Completan la lista Sergio Revah Moiseev y Gerardo Gamba Ayala. El primero estudió ingeniería química en la máxima casa de estudios y fue premiado en tecnología, mientras el segundo es doctor en ciencias médicas y fue reconocido en ciencias naturales.

Sin pertenecer a la UNAM, en bellas artes fueron galardonados los artistas Luis López y Loza y Marta Palau Bosch. Esta última se dijo sumamente emocionada por el premio; nunca pensé que me lo fueran a dar.

En entrevista, agregó: “Me hace pensar mucho en mi querida amiga Helen Escobedo (fallecida el pasado 16 de septiembre), a quien se lo dieron en 2009, y cuando fui a felicitarla me dijo que este año me lo darían a mí.

“Es la mayor satisfacción que puede tener un artista: ver que su trabajo ha sido reconocido . Al mismo tiempo, refuerza mi compromiso con el arte y con los jóvenes; esta última es una labor pendiente.

El arte es fundamental. Los artistas somos los seres privilegiados del planeta, porque nos consienten o atacan, pero nunca pasamos indiferentes. Con esa atención que recibimos, uno siente mucha gratificación.

Colaboradora de La Jornada, fue premiada asimismo la politóloga Soledad Loaeza, en ciencias sociales. Al respecto, expresó: Tarde en asimilar la noticia; uno piensa que no es real. No sólo es un premio, es también una responsabilidad. Es una manera de subrayar que lo que importa es el conocimiento y el trabajo comprometido, lo cual lo he tratado de desarrollar en mi vida profesional.

A su decir, los investigadores en ciencias sociales tenemos la sensación de que este gobierno es indiferente a nuestro trabajo; no reconoce la importancia de nuestras investigaciones para las políticas y las decisiones que toma.

En tanto, en artes y tradiciones populares, el premio es compartido por los grupos de artesanos Tejedoras de San Andrés Larráinzar, Chiapas, y de Indígenas Nativos de Baja California.

Los ganadores recibirán cien mil pesos y si concurren hasta tres personas en la misma categoría, 50 mil. Todavía no hay fecha para la ceremonia de entrega, que será encabezada por el presidente de la República, en la residencia oficial de Los Pinos.