México necesita entrar de lleno a la transición de las energías, aseveró Claudio Estrada, director del Centro de Investigación en Energía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante el foro Medio ambiente y desarrollo sustentable, efectuado en el auditorio Alfonso Caso de la UNAM, el investigador resaltó que México se ha quedado a la zaga en el desarrollo e investigación de energías alternativas.

Indicó que el país es rico en vientos, mareas y goza de constante luz solar, por lo que podría ser una potencia en el ramo. “México es un país petrolero, pero más que eso es ‘una nación solar’. Si en 4 mil 225 kilómetros cuadrados se instalara la tecnología necesaria para captar la radiación del sol, se podría producir la energía eléctrica que el país requiere”.

Repercusiones favorables

Agregó que la producción de energías alternativas en el largo plazo tendría repercusiones económicas y ambientales favorables para México, pues éstas contaminan menos que las energías fósiles.

Si se explotara la energía eólica en el territorio nacional, se podría alcanzar una producción de 40 mil megavatios y generar 12 mil 500 trabajos directos, así como 125 mil indirectos. La energía solar, dijo, es la más abundante en el planeta, por lo que 10 días serían suficientes para producir toda la energía que se obtendría con las reservas de petróleo, gas y carbón.

Estamos llegando tarde a las energías puras en relación con lo que hacen otras naciones, pero al ser un tema incipiente, México aún tiene la oportunidad de impulsar su desarrollo.

Mireya Ímaz, directora del Programa Universitario de Medio Ambiente, dijo que esta generación puede pasar a la historia como la que más avances tecnológicos desarrolló, pero a la vez como la que más áreas verdes ha dejado perder y en la que más pobreza existe.