Siete presuntos pistoleros de Los Zetas muertos y dos detenidos, así como vehículos baleados y calcinados fue el saldo de varios enfrentamientos con armas largas y granadas, entre un convoy de al menos 15 vehículos del grupo delictivo y policías de Jalisco y militares, en los límites de esa entidad y Zacatecas.

Las refriegas comenzaron después de las 2 de la madrugada del miércoles y se prolongaron hasta después de las 7 de la mañana en puntos distintos de los municipios jaliscienses de Colotlán y Huejúcar, y en los ayuntamientos zacatecanos de Tepetongo y Monte Escobedo.

El primer enfrentamiento ocurrió luego que civiles armados, abordo de una camioneta, abrieron fuego contra una patrulla de la policía de Jalisco en la cabecera municipal de Colotlán, lo que desató la primera de varias persecuciones.

Los agentes jaliscienses fueron apoyados por elementos del 53 Batallón de Infantería, con sede en Tlaltenango, Zacatecas, al tiempo que presumiblemente los supuestos zetas recibían refuerzos procedentes de distintos puntos del territorio zacatecano.

Al amanecer de este miércoles, mientras ocurrían las últimas escaramuzas, durante dos horas fue cerrada a la circulación la carretera que comunica Huejúcar con Monte Escobedo.

En un paraje ubicado entre las comunidades de Morelos y Zaragoza, del municipio de Tepetongo quedaron al menos cinco camionetas de lujo tiroteadas y una además calcinada. En esta última –blindada– se encontraron dos armas largas, un G-3 y un fusil AK-47, y 32 cargadores.

El vocero del gobierno de Zacatecas, Mario Caballero, informó también que en otro hecho delictivo, desconocidos asesinaron al empresario transportista Jesús Almanza Reyes, padre de Jorge Almanza Caballero, ex alcalde de Trancoso. La jornada violenta en Jalisco incluyó otros nueve asesinatos, entre ellos los de tres abogados del despacho O’Farrill & Zinser & Pierce SC, ubicado en Guadalajara, identificados como Gustavo Soto, Carlos O’Farrill y Álvaro Berlanga.

En la ribera del lago de Chapala, en el municipio del mismo nombre, fueron encontrados cuatro cadáveres (tres mujeres y un hombre) en dos fosas clandestinas, cuya existencia confesó el subdirector operativo de la policía municipal Felipe Gómez, luego de que presuntamente dejó en libertad a un sujeto que había sido capturado.

Entre la noche del martes y el miércoles pasados, grupos de la delincuencia organizada ultimaron a otras 26 personas: 10, en Chihuahua, ocho en Guerrero, dos en Michoacán e Hidalgo y una en Sinaloa y Coahuila.

Con información de Notimex