Para Gabriel Vargas Lozano, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, la Revolución Mexicana a diferencia de la Francesa y la Rusa, no tuvo una reflexión filosófica de apoyo y eso impidió un proceso de consolidación del movimiento.

Las revoluciones Francesa y Rusa contaron con filósofos, la de México ocurrió sin filosofía. Se habla de José Vasconcelos como pensador que reflexionó sobre la crítica al positivismo, pero no fue una reflexión filosófica sobre el movimiento revolucionario como lo hicieron Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, Denis Diderot, Montesquieu o, en el caso de Rusia, Lenin y Trotsky, explicó Vargas Lozano este jueves al terminar la conmemoración del Día Internacional de la Filosofía UNESCO 2010, en las instalaciones de la UAM-Iztapalapa.

Recordó al humanista Alfonso Reyes, quien dijo que los movimientos revolucionarios tanto en Francia como en Rusia fueron preparados por la filosofía, pero eso no sucedió en México.

Gabriel Vargas aseveró que actualmente la filosofía no ha estado presente en el proceso de constitución de la democracia y, por tanto, es una tarea pendiente.

El investigador de la UAM explicó que existieron varias corrientes que animaron la Revolución, como el magonismo y el maderismo. Si bien reconoció que la promulgación de la Constitución de 1917 es un logro, también apuntó que faltó la lucha por una democracia que permitiera hacer efectiva esa Carta Magna.

Nosotros realizamos buenas leyes pero no se llevan a efecto por la falta de una democracia de base. En México no hemos tenido realmente democracia, tenemos solamente un intento de hacer democracia y, por tanto, es una asignatura pendiente.

Falta mucho por hacer

Vargas Lozano subrayó la necesidad de que exista una filosofía detrás de de la acción política, ya que en los años recientes no hay reflexión, sino un pragmatismo inmediato además de la defensa de intereses particulares.

A manera de ejemplo, dijo que en Europa existen grandes fundaciones filosóficas de los partidos políticos, porque reflexionan sobre cómo van a actuar frente a ciertas posiciones o problemas de coyuntura.

Aquí no existe esto, aquí todo es lo inmediato, lo pragmático. La filosofía puede cumplir un papel fundamental en la política, pero en México no interesa, agregó el especialista.

En el acto realizado por el Día Internacional de la Filosofía promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el director de Siglo XXI Editores y también filósofo, Jaime Labastida, manifestó: En la misma medida que la filosofía es una reflexión de carácter crítico y pone en duda las actividades de la política y de los políticos, la filosofía tiene muchísimo quehacer.

Esta disciplina, expresó Jaime Labastida, en México se ha diversificado.

La diversidad no ha sido sólo espacial, también en sus objetos de investigación, en sus principios, en sus tendencias, pero no podemos afirmar que existe una filosofía mexicana. Sin embargo, la cantidad puede transformarse en calidad y nuestra filosofía dé un salto hacia adelante.

Participar de manera activa en la transformación de la sociedad para ofrecer un modelo de rigor y de congruencia es uno de los retos que enfrenta la filosofía en México, agregó.

En la ceremonia para conmemorar el Día Internacional de la Filosofía, también participó la presidenta de la Asociación Filosófica de México, Paulette Dieterlen; el rector de la UAM-Iztapalapa, Javier Velázquez Moctezuma, y Ricardo Guerrero, en nombre de Katherine Grigsby, representante de la UNESCO en México.