La prensa de ese país rememora al escritor y utopista social
Viernes 19 de noviembre de 2010, p. a11
Moscú, 18 de noviembre. Para muchos rusos, la muerte del escritor Lev (o León) Tolstoi hace 100 años significó el fin de una época.
Cuando en 1910 murió el autor de Guerra y paz y Anna Karenina en la modesta casa de un guardia ferroviario en Astapovo, el país perdió uno de sus máximos pensadores, un referente moral.
La muerte le llegó un 20 de noviembre, según el calendario occidental. Sin embargo, en Rusia, donde aún regía el calendario prerrevolucionario, fue el 7 de noviembre. Hoy, los medios rusos recuerdan con mucho respeto el fallecimiento del genio y utopista social a los 82 años, quien en su época ya era reconocido a escala mundial.
En este centenario luctuoso, Rusia rememora los últimos días del escritor. En aquella época el viejo Tolstoi era considerado una especie de contra-zar
, como dijo una vez el documentalista y actual ministro de Cultura francés, Frédéric Mitterrand: un espíritu crítico y cuestionador que era la conciencia de Rusia.
Para morir, el anciano abandonó la pintoresca localidad de Yasnaya Polyana, ubicada a 200 kilómetros al sur de Moscú, que tanto amaba.
Fue el lugar donde nació en 1828, como hijo de una familia noble. Allí quedó huérfano a los nueve años.