Fue una experiencia casi mágica para los ocho universitarios que anoche tuvieron la oportunidad de enfrentarse, en partidas simultáneas, nada menos que a dos leyendas vivientes del ajedrez mundial: Garry Kasparov y Anatoly Karpov.

Inmejorable el escenario: la Sala Nezahualcóyotl de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde los maestros del tablero dieron una breve muestra de su genio y en unos cuantos minutos comenzaron a jaquear a sus luchones y emocionados rivales.

Sólo había que verles el rostro a los ocho privilegiados universitarios; uno por adopción, Carlos Torres, medallista de la Olimpiada juvenil, quienes anotaban cada movimiento en sus bitácoras, mientras Kasparov y Karpov, desenfadados, con la manos en la espalda, frotándose la barbilla u observando a sus oponentes, movían las trebejos tras un breve análisis del terreno cuadriculado.

Alejandro Hernández, de 17 años, estudiante de la Preparatoria 6, fue quien mayor batalla presentó a Kasparov, aunque cayó al final de su serie, luego de que el maestro acabó, en orden, con la no menos férrea oposición de Jorge Matías (Ingeniería), Tania Sánchez (ENEO) y Carlos Torres, quienes se mostraron más que complacidos por haber logrado el sueño de todo ajedrecista: enfrentar a uno de los más grandes maestros del deporte-ciencia.

Tania, todavía emocionada, dijo al final del certamen que desde luego se siente como una digna representante de las mujeres universitarias. No lo hice tan mal, aunque ahora sabe que deberá esforzarse mucho más sobre el tablero y en su carrera de enfermería.

Feliz, aunque consciente de la batalla que acababa de librar, Alejandro Hernández apuntó: la verdad me estuve preparando para este día, pero me la cambió (Kasparov) y tuve que defenderme a como diera lugar. Se sabe con el compromiso, ahora mucho más que el jueves por la mañana, de mejorar en cada escenario de su vida.

El inmueble, testigo habitual de grandes conciertos, estaba abarrotado. La gran mayoría de los pacientes aficionados apenas parpadeaban para no perder ninguna jugada, como le ocurrió a Carlos López de Nava, estudiante de Contaduría y Administración, el último en ver caída a su dama, una hora 40 minutos después del inicio. Colosal, enorme experiencia. Imagínate, ante uno de los de mayor estatura, reflexionó como recordando el encuentro ante Karpov. Antes, el maestro ruso había dado cuenta de Vicente Gutiérrez (Ingeniería), Juan Manuel García (Economía), y Estefanía Barreto (Ciencias).

Previamente, durante la inauguración de las simultáneas y de la primera Gran Fiesta Internacional de Ajedrez UNAM 2010, presidida por el rector José Narro Robles, el maestro Garry Kasparov manifestó su felicidad al ver un auditorio prácticamente lleno. La universidad es el mejor lugar para desarrollar el ajedrez, aquí es donde más profundidad hay. Este juego es cultura, ciencia y representa un enorme potencial educativo que permite mejorar el sistema de formación.

Anatoly Karpov, a su vez, sostuvo que el aprendizaje, lógica y tácticas sobre el tablero no sólo son estrategias que pueden utilizarse en el ajedrez, sino en la vida cotidiana y en los estudios, por lo que exhortó a los universitarios a practicarlo. Ambos recibieron las más sonoras muestras de aprecio de los asistentes.

Batalla internacional

Las tablas fueron los sendos resultados las dos partidas de semifinales del Campeonato Iberoamericano UNAM 2010, que protagonizaron Eduardo Iturrizaga (Venezuela) ante Gilberto Milos (Brasil), y Marc Narciso Dubán (España) frente a Rubén Felgaer (Argentina), en la sala del teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Cultura Universitario.

Este viernes continuará la fiesta universitaria, planeada para nueve días en la zona cultural, además de dar inicio el torneo cuadrangular en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón entre los internacionales Judit Polgar (Hungría), Vaselin Topalov (Bulgaria), Vassily Ivanchuk (Ucrania) y el mexicano Manuel León Hoyos, batalla de titanes que llegará a su final el domingo 21.