Las exportaciones hacia EU podrían ser fuente de riesgos por la debilidad de esa economía
La recuperación global será dispar y el empleo se mantendrá en ascenso, advierte
Viernes 19 de noviembre de 2010, p. 27
París, 18 de noviembre. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anticipa un menor crecimiento en México durante el próximo año. Indicó que para 2010 se prevé un avance de 5 por ciento, pero para 2011 predice un freno de 3.5 por ciento.
Advirtió que el flujo de exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos podría ser una fuente de riesgos, debido al debilitamiento de la recuperación de la economía estadunidense.
Sugirió que el gobierno adopte una posición fiscal prudente ante el declive de los ingresos petroleros, que impulse reformas fiscales para reducir la dependencia de ese renglón de las exportaciones, además de reducir los subsidios a energéticos.
Al presentar su informe semestral Perspectivas económicas, el organismo que agrupa a 30 de los países más ricos del mundo e incluye a México y Chile advierte que la recuperación global será dispar y el desempleo se mantendrá de forma persistente al alza.
Respecto a México, considera que el producto interno bruto (PIB), que en 2009 cayó a 6.6 por ciento, crecerá este año 5 por ciento, 3.5 por ciento en 2011, y 4.2 por ciento en 2012.
La OCDE considera que, aprovechando la buena coyuntura, una posición fiscal prudente es aconsejable con vistas a la reducción de la producción de petróleo
, principal fuente de los recursos presupuestarios mexicanos.
Eso requerirá alguna moderación en los gastos en los próximos dos años
, plantea el organismo, y agrega que el gobierno mexicano debería considerar además una reforma tributaria mayor, para reducir la dependencia de los ingresos petroleros y recortar los subsidios energéticos
.
Respecto a la economía global, la OCDE confirmó una desaceleración del crecimiento en los países ricos que la integran, en particular en Estados Unidos, y llamó a acentuar la coordinación para reducir los desequilibrios mundiales que amenazan la reactivación.
El organismo, con sede en París, prevé en su informe que el crecimiento del PIB mundial se desacelerará a 4.2 por ciento en 2011 desde 4.6 por ciento este año, antes de repuntar nuevamente a 4.6 en 2012. En mayo pasado proyectó una expansión de 4.6 por ciento en 2010 y 4.5 por ciento en 2011.
Declinación en EU
La recuperación económica global está perdiendo fuerza debido a un repunte más lento de la economía estadunidense, las tensiones cambiarias y una crisis de deuda en Europa que podría provocar más debilidad el próximo año, dijo la OCDE.
En Estados Unidos la revisión a la baja es más clara, la principal potencia mundial crecerá 2.7 por ciento en 2010 (desde una previsión anterior de 3.2 por ciento) y 2.2 por ciento en 2011 (frente al pronóstico de 3.2 por ciento en mayo pasado); en cambio repuntará en 2012 a 3.1 por ciento.
El PIB de la eurozona tendrá este año un crecimiento de 1.7 por ciento (mejorando la previsión de mayo de 1.2 por ciento), pero en 2011 se estancará en ese nivel (en mayo se preveía que crecería 1.8 por ciento) para repuntar a 2 por ciento en 2012.
En su informe semestral la OCDE señaló que los gobiernos necesitan endurecer las finanzas públicas y coordinarse mejor en sus políticas económicas para sentar las bases de una recuperación duradera.
Las medidas de estímulo de corto plazo son cada vez menos efectivas, dijo el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan a Reuters, aunque dio su bendición al criticado plan de estímulo de la Reserva Federal de Estados que busca comprar miles de millones de dólares en deuda del Tesoro estadunidense.
Padoan instó a los socios de Irlanda en la Unión Europea a ayudar al país a lidiar con su crisis de deuda, que ha puesto en jaque al conjunto de la zona euro. Tenemos que reconocer que Irlanda necesita ser guiada en la dirección correcta, y hay tiempo para hacer eso, pero este tiempo no es infinito
, alertó Padoan.
En opinión de la OCDE, el riesgo de deflación en la mayoría de los países es bajo pero no ha desaparecido por completo, requiriendo posiblemente que los bancos centrales compren deuda pública si la situación empeora.