En 10 años de vida de la Policía Federal, 2008 y 2009 fueron los únicos años en los que se registraron casos de agentes levantados por integrantes del crimen organizado cuando realizaban investigaciones contra traficantes de drogas. En dicho bienio, 25 agentes federales fueron privados de su libertad por grupos delincuenciales, siete de ellos (que fueron secuestrados en noviembre de 2009 en Michoacán) siguen en calidad de desaparecidos, mientras los otros 18 fueron asesinados por sus captores.

En respuesta a la solicitud de información pública 597 10, la Unidad de Enlace de la Policía Federal (antes Policía Federal Preventiva) señaló que durante los primeros siete años de vida de la corporación no se registró ningún caso en que grupos criminales secuestraran o levantaran a sus agentes.

El presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró la guerra contra el crimen organizado en diciembre de 2006, y dos años más tarde comenzaron los levantones de agentes federales dedicados a investigar las actividades de integrantes de los cárteles de las drogas, principalmente de La Familia, en el estado de Michoacán.

El primer caso que se registró, de acuerdo con el oficio PF/DA/DEJA/1154/2010, elaborado por la División Antidrogas que dirige Ramón Eduardo Pequeño García, ocurrió en abril de 2008 en la ciudad de Tijuana, Baja California. Allí fueron levantados tres agentes federales y sus cuerpos se localizaron días después en una fosa clandestina en el rancho Nazareno, en Tecate, Baja California.

En julio de 2009, 12 agentes fueron privados de su libertad cuando realizaban investigaciones en la ciudad de Morelia, Michoacán, y sus restos fueron localizados un día después de su desaparición en la autopista Siglo XXI, en el tramo Nueva Italia-Arteaga, en Michoacán.

De acuerdo con documentos de la Procuraduría General de la República (PGR), los elementos de la Policía Federal fueron sorprendidos cuando dormían en una casa contigua a la propiedad de Servando Gómez Martínez, La Tuta, uno de los líderes de La Familia. Los agentes pretendieron hacerse pasar por estudiantes y cuando fueron descubiertos por los sicarios del cártel michoacano, creyeron que los estaban deteniendo elementos de la Agencia Federal de Investigación, pues los pistoleros llevaban uniformes apócrifos.

Otro caso del conocimiento de la Coordinación de Investigación Técnica y Operación de la Policía Federal ocurrió en octubre de 2009, cuando tres agentes desaparecieron en Ciudad Juárez, Chihuahua, y sus cadáveres fueron localizados 17 días después.

En el mes de noviembre de 2009, la División de Fuerzas Federales informó que en el estado de Michoacán fueron levantados siete agentes. Son los únicos casos que, hasta el momento, la corporación mantiene en calidad de desaparecidos, pues sus restos no han sido localizados.

De acuerdo con la información dada a conocer por la Policía Federal, de enero a octubre de este año no se han reportado casos de desaparición de sus elementos.