Dublín, 22 de noviembre. Irlanda negocia desde este lunes los detalles del rescate internacional hasta de 90 mil millones de euros (123 mil millones de dólares), tras un acuerdo que levantó descontento entre la población y llevó a que su primer ministro Brian Cowen anunciara que habrá elecciones anticipadas.

En tanto, pese al anuncio y a las consideraciones del presidente del eurogrupo, Jean-Claude Junker, en el sentido de que el problema irlandés no contagiará a otros países de la zona, el rescate no frenó los temores de los mercados. El euro volvió a caer frente el dólar, que se cotizó a 1.3614, y las principales bolsas europeas cerraron a la baja. Madrid sufrió la mayor pérdida, con 2.68 por ciento menos. En Nueva York el índice Dow Jones cayó 0.22 por ciento, aunque el Nasdaq Composite ganó 0.55.

Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, consideró que las finanzas y la economía globales son extremadamente frágiles. No es una crisis europea, es una repercusión en Europa.

Las negociaciones de Irlanda con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a decir del comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, están bien encarriladas y deben cerrarse antes de fines de noviembre. Según Junker, el primer desembolso se entregaría en enero.

Desde antes de hacerse oficial la autorización del rescate había descontento entre la población debido a los rumores de la crisis. Al respecto, el líder del Partido Verde –uno de los miembros minoritarios de la coalición gubernamental del primer ministro Cowen– indicó que los irlandeses necesitan certeza política después de sentirse engañados y traicionados.

En ese contexto es en el que Cowen determinó adelantar el proceso electoral: mi intención es, cuando concluya el proceso presupuestario, buscar la disolución del parlamento y permitir al pueblo determinar quién quiere que asuma la responsabilidad del gobierno.

Antes de recibir el rescate Irlanda debe presentar un plan cuatrianual de austeridad, que incluirá el saneamiento de su sistema bancario, reducirá prestaciones sociales, eliminará empleos y recortará hasta 13 por ciento en el sueldo mínimo. Asimismo, el presupuesto 2011 define ahorros por 6 mil millones de dólares.

Tanto Cowen como Lenihan habían afirmado que Irlanda estaba financiada hasta mediados de 2011, antes de que ambos se vieran obligados a reconocer el domingo pasado un déficit por 19 mil millones de euros en su presupuesto actual.

Por otro lado, tanto Reino Unido como Suecia, que no forman parte de la eurozona, anunciaron su disposición a aportar unos 11 mil millones de dólares (8 mil 100 millones de euros) y mil 500 millones de dólares, respectivamente, para el paquete de rescate.

A su vez, España y Portugal defendieron por separado sus economías y negaron que se encuentren en una situación comparable con Irlanda.

Asimismo, la Casa Blanca consideró buenas noticias la ayuda que aceptó Irlanda y destacó el alivio de Washington de que Europa está confrontando un problema que podría socavar la recuperación de Estados Unidos.

Saludamos la intención de Irlanda de buscar esa asistencia, y de Europa para lidiar con la crisis que afecta a esos países, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

La crisis en confianza de la zona euro ha estado a punto de estallar desde que los inversionistas empezaron a evitar la deuda griega a comienzos de este año, elevando la ansiedad en los mercados financieros globales, factor que los funcionarios de Estados Unidos han culpado de obstruir su economía.

Nosotros mencionamos ciertamente el impacto de Grecia en nuestra recuperación, por lo que los si los europeos actúan rápidamente para lidiar con los problemas en Irlanda son buenas noticias, expresó Gibbs.