Brasilia, 24 de noviembre. Recortar gastos públicos y luchar contra las propuestas de aumentos salariales para los funcionarios públicos y los jubilados será la primera medida que adoptará a partir del primero de enero la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, anunciaron este miércoles los tres integrantes de su comando económico de la campaña.

Según el ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien permanecerá en el cargo en el próximo gobierno, entre los objetivos fijados por Rousseff está la reducción del peso de la deuda pública a 30 por ciento del producto interno bruto, frente a 41 por ciento actual.

Agregó que, tras el éxito de las medidas adoptadas para mantener la economía brasileña en marcha tras el estallido de la crisis financiera internacional de 2008, ha llegado el momento de que el Estado transfiera al sector privado la tarea de financiar el desarrollo, y se dedique a reducir sus gastos.

El de 2011 será un año de consolidación fiscal, de aumentar el ahorro público y la inversión y también de bajar los gastos corrientes, afirmó Mantega.

El ministro agregó que Rousseff aspira a lograr un crecimiento económico promedio de 5 por ciento anual, que le permita al país generar empleos, reducir las desigualdades y erradicar la miseria, pero advirtió que este crecimiento solamente será sostenible si se realiza sin grandes desequilibrios macroeconómicos.

Mientras, los operativos policiales contra narcotraficantes en las favelas de Río de Janeiro continuaron hoy y acumulaban ya un saldo de 21 muertos y 153 detenidos debido a los enfrentamientos, informaron las autoridades.