Mazatlán, Sinaloa, 28 de noviembre. El Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó el cortometraje Venecia-Sinaloa, acerca de la vida de los desplazados por el hundimiento de seis pueblos de los municipios de Mazatlán y Concordia, tras la construcción de la presa Picachos. Se exhibirá en diciembre en la Cineteca Nacional, como parte de los trabajos académicos de los alumnos de ese plantel.

El cortometraje, que se rodó  durante tres días en la comunidad semihundida de San Marcos, Mazatlán, fue el escenario natural que encontró Betzabé García Galindo, estudiante mazatleca del segundo semestre del CUEC. Participaron los pobladores, además de integrantes de la compañía de teatro de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Aunque se trata de ficción, la cinta tiene una base sólida en la realidad de la lucha que han emprendido comuneros y habitantes afectados por la construcción del embalse, dijo García Galindo. “En cada imagen hay una metáfora de cómo un pueblo unido ha podido lograr indemnizaciones y seguir en la lucha. Con carácter social, nos hemos propuesto retratar al pueblo en un docuficción, que habla de la fuerza de sus pobladores”.

A los gobernantes les resulta fácil construir una presa e inundar a seis pueblos, sin contar con un plan de reubicación, como ocurrió con estas comunidades, dijo. Por ello, se interesó en resaltar el movimiento de desplazados por la presa Picachos, que ha sido para muchos una lucha justa y de resistencia.

La urbanización fomenta el individualismo

Considera que la urbanización ha llevado al individualismo y se ha perdido el sentido de colectividad, que sí se percibe en la gente de las comunidades serranas; por eso es más triste darse cuenta de que las migraciones y marginación en estos pueblos ha sido responsabilidad del gobierno que los ha excluido, y también porque todos contribuimos a esto.

En la historia, dijo, se describe el movimiento, pues su gente fue afectada por haberse quedado sin viviendas, por tener que desplazarse a otros pueblos, porqué se les arrancó su cultura y tuvieron que salir a las calles para pedir justicia.

Otros alumnos y colaboradores del CUEC son: Sabrina Muhate y Janet Schwirten, dirección y asistente de fotografía, respectivamente; Violeta Carbajal, sonidista; Misael Hernández, asistente de dirección, y David Castañón, productor.