El cártel independiente de Acapulco instaló cuatro mantas en las principales vialidades del puerto guerrerense, con mensajes que agradecen al Presidente de la República la captura de Carlos Montemayor, a quien señala como principal responsable de la muerte del grupo de 20 michoacanos levantados el pasado 30 de septiembre.

En las leyendas desplegadas el grupo también culpó del multihomicidio a Cleotide Toribio, Sóstenes Toribio, Edgardo Santiago Cruz y Gerardo Morado, entre otros pistoleros escondidos en Puebla, y dijo luchar contra quienes buscan apoderarse de la plaza por medio del terror.

En Acapulco se dieron tres de siete asesinatos reportados en Guerrero, los cuales fueron cometidos ayer en el poblado de Llano Largo. Tres de las víctimas aparecieron dentro de una camioneta en la brecha que conduce a la iglesia de Huiztlatzala, municipio de Zapotitlán Tablas.

Además de las anteriores, 25 ejecuciones fueron atribuidas a grupos delictivos en otras entidades y las fuerzas de seguridad ultimaron a tres presuntos pistoleros, para un total de 35 muertes.

Entre las víctimas figura Joaquín García Gómez, subdirector operativo de la policía municipal de Lázaro Cárdenas, Michoacán, a quien un grupo armado asestó 12 balazos anoche y falleció después en un hospital de la localidad portuaria.

Dos más de las víctimas fueron exhumadas por militares de una fosa clandestina localizada en una casa de seguridad del cártel de los Beltrán Leyva, ahora llamado del Pacífico Sur.

En la colonia Sierra Ventana, de Monterrey, Nuevo León, militares abatieron a un presunto sicario que les disparó junto a un cómplice, quien resultó herido, y en la colonia Nuevo Milenio, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, marinos dieron muerte a dos hombres que los atacaron.

En Ciudad Victoria, capital tamaulipeca, hubo varias balaceras y un hombre fue asesinado; mientras en Tampico, el alcalde Óscar Pérez Inguanzo confirmó que personal de la Marina lo retuvo cuando transitaba por la localidad portuaria para revisar las armas de su escolta.

Al menos seis ejecuciones fueron cometidas en Sinaloa e incluyen la de Jesús Manuel Espinoza López, ex oficial de Marina de 57 años que se desempeñaba como guardia de una empresa de seguridad, y en Badiraguato, militares decomisaron unos 88 kilos de goma de opio de los que se habrían obtenido 11 kilos de heroína con valor de 66 millones de pesos.

Además, en la maxipista Culiacán-Mazatlán, a la altura del municipio de Elota, un grupo de encapuchados robó en un falso retén cuatro camionetas de modelo reciente con placas del Distrito Federal, tras amagar a los conductores que las llevaban en caravana.

En Tijuana, Baja California, hubo cinco ejecuciones y personal de la segunda Región Militar incautó 39 kilos de heroína. En Sonora, militares decomisaron más de cuatro toneladas de mariguana y hubo al menos un homicidio atribuido al crimen organizado.

De los restantes asesinatos, al menos seis correspondieron a Durango y tres a Chihuahua. Entre estos últimos figuró el de un reo colgado en su celda en la cárcel de Aquiles Serdán, en la capital estatal. En Tarimoro, Guanajuato, dos hombres fueron ejecutados. En Tecomán, Colima, perdió la vida José Ferrel Gutiérrez, de 61 años, durante una balacera entre sicarios, cuando transitaba con su familia.