México y Estados Unidos firmaron dos instrumentos de cooperación en materia migratoria y seguridad fronteriza para agilizar el flujo regular de personas y repatriar mexicanos a sus lugares de origen.

Ambos planes buscan disminuir los trámites ordinarios y, por tanto, enfocar más recursos para combatir el crimen organizado.

Un elemento para avanzar en la lucha contra el narcotráfico y otras formas de delincuencia trasnacional seguirá siendo el intercambio de información. México insistió en la necesidad de reducir el trasiego de armas como alternativa para combatir la violencia y desarticular bandas que operan en ambas naciones.

En los hechos, los documentos significan sólo un programa piloto para ubicar a los viajeros confiables o previamente registrados con elementos biométricos (Global entry) para facilitarles su traslado, así como un plan (carta de intención) en el contexto de acuerdos para una repatriación ordenada y segura.

Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, manifestó que dichos instrumentos facilitarán el comercio, el turismo y los viajes aéreos, pero al mismo tiempo permiten enfocar nuestros recursos para aplicar la ley y el orden contra amenazas potenciales.

Acompañada por Alan Bersin, el zar fronterizo, y John Morton, subsecretario de Apoyo de Migración, Napolitano se reunió con el titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Francisco Blake, y su equipo en temas de migración.

El acto se realizó en el salón Juárez del Palacio de Cobián. En un extremo, fuera del área asignada para los invitados, estuvo el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, quien llegó de último momento al evento, que se inició 45 minutos después de la hora programada. Al término, el diplomático evitó ser entrevistado por la prensa, en momentos en que la información difundida por el sitio Wikileaks revela prácticas de espionaje del cuerpo diplomático estadunidense.

Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interna del país vecino, y Francisco Blake, titular de Gobernación, luego de firmar ayer los convenios en el Palacio de CobiánFoto Yazmín Ortega

Napolitano y Blake señalaron que el encuentro es muestra del fortalecimiento de cooperación de ambas naciones.

El programa de viajeros confiables es, hasta ahora, sólo un acuerdo político, y el concerniente a repatriaciones es una propuesta señalada en una carta de intención que busca reducir la presión en la línea fronteriza y combatir el tráfico de personas.

Estos temas ya habían sido abordados durante el Foro Mundial de Migración, que se efectuó hace dos semanas en el país.

Por lo pronto, el beneficio de un traslado ágil será para 84 mil mexicanos inscritos en la Red Electrónica Segura para la Inspección Rápida de Viajeros, explicó Blake.

Enfatizó que los ejes de la relación bilateral son cooperación y confianza, y agregó que los acuerdos en materia migratoria y de seguridad deben desarrollarse bajo el principio de responsabilidad compartida para hacer frente al crimen organizado.

En la medida en que intensifiquemos la cooperación se reducirá la vulnerabilidad de los migrantes, advirtió, y se pronunció por una nueva visión que reconozca las aportaciones y beneficios de la migración.

La visita de Napolitano, añadió, es signo de la voluntad política de trabajar estrechamente.

El diálogo permanente permitirá fortalecer la cooperación para combatir el tráfico de personas y reducir riesgos a los migrantes.